POR EVARISTO RUBENS
La Conferencia del Episcopado Dominicano consideró ayer que el campo y la producción agropecuaria y maderera deben ser colocados dentro de las prioridades del país.

Dijo también que el país tiene condiciones para ser «alimentariamente» autosuficiente en lo básico y producir excedentes para la exportación, objetivo que entiende debe alcanzarse.

«El campo y la producción agropecuaria y maderera debe entrar en nuestras prioridades», expresa el documento del Episcopado que firman el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y los obispos del país.

Señala que creen que en esta prioridad, los objetivos deben ser: mejorar la vida de los campesinos mediante mejores servicios y mayores facilidades y modernizar su trabajo y producción.

Expresa que modernizar ese mundo significa asumir en él todos los grandes avances de la ciencia y de la técnica en la producción, en su industrialización, en la transportación y en el mercadeo. «Es el modo actual de hacer rentable el campo».

Agrega que se deben buscar modos de que los campesinos, organizados con diversos tipos de asociación, sean al mismo tiempo, productores, industrializadores, transportistas y distribuidores o al menos que de alguna manera participen en esa cadena que va a través de diversos eslabones, del productor al consumidor.

Indican, además, que siempre ha sido altamente estimada y cotizada la eficiencia en el trabajo.

«Hay Estados y empresas que la premian. La modernidad no sólo la estima, sino que la exige. La eficiencia presupone saber (competencia); interés (querer rendir); entrega (amar lo que se hace); seriedad y disciplina», añaden.

Expresa que la eficiencia hace que se resuelvan rápidamente los problemas; que por esa rapidez se solucionen más problemas o se obtengan mayores beneficios y que el tiempo rinda.

Sostienen que el empleo de los admirables avances tecnológicos ha potenciado de modo increíble la eficiencia humana.

Pensemos en el uso de la computadora y de la informática que han revolucionado la industria, el comercio, la banca y los servicios públicos.

Dicen que en la era de la eficiencia, la nación aspira a que ella resplandezca en toda la administración pública y en concreto, en todos sus servicios públicos a la población.