Época moderna de la agricultura

Época moderna de la agricultura

La época moderna de la agricultura dominicana se puede situar en el Gobierno que encabezó el profesor Juan Bosch (1962), quien estableció en la Constitución la no concentración de grandes extensiones de terrenos en manos privadas    y proponía un modelo de entrega de tierra para los campesinos.

Bosch inicia el primer proyecto de reforma agraria en el país, en Bonao para el cultivo del arroz. Se hicieron varios asentamientos más.  Los grandes oligarcas del país dijeron que ese era un Gobierno socialista-comunista, porque quería repartir la propiedad privada entre “los hijos de Machepa” para poner en sus manos una parte de la riqueza nacional. Ese modelo de repartición de tierra fue promovido por el Gobierno norteamericano, a través de la famosa Alianza para el Progreso, y fue el Gobierno de EEUU que propuso la creación del Instituto Agrario Dominicano aquí y en otros países. La idea era crear estructuras que facilitaran el acceso de la gente muy pobre a los terrenos para que fueran actores de su propio desarrollo. Nombró secretario de Agricultura a   Antonio Guzmán Fernández, un hombre  de la zona rural, de familia ligada al negocio del café y otros productos de exportación, con una visión muy clara de lo que había que hacer en materia agrícola para hacerla más social.

Gran salto.    Quien le da el salto cuantitativo a la participación de los campesinos en la producción de alimentos es el presidente Joaquín Balaguer, con su famoso Código Agrario de 1973, con una serie de leyes que promovieron la incursión de miles de personas  (obreros y jornaleros) en la producción de alimentos en el país. “Ese modelo agrario  que yo critiqué en ese momento, tengo que admitir ahora que si no se hace hubiéramos tenido problemas sociales”, afirma Osmar Benítez. Eso le quitó mucha presión al campo.

He visto a muchos campesinos, que hoy son abuelos de muchachos que son profesionales, hechos a partir de una parcela de 50 y 30 tareas de la reforma agraria. En ese Gobierno   también se hizo un basto programa de obras públicas: canales de riego, presas y represas que los demás gobiernos han continuado.  Guzmán le dio un modelo de preminencia a la agricultura en su Gobierno. Fue un verdadero Presidente agricultor. Designó secretario de Agricultura a Hipólito Mejía, muy dinámico y a quien le dio todo su apoyo con recursos económicos. Salvador Jorge Blanco continuó haciéndole aportes a la agricultura. En los gobiernos de Leonel Fernández se ha seguido el modelo de desarrollo de una agricultura más empresarial y comercial.

Boom de  invernaderos.  La instalación de estas estructuras se popularizó en el país durante el Gobierno de Mejía, con el Programa de Mercados, Frigoríficos e Invernaderos con un préstamo del Gobierno de España. Tras el éxito de esta producción, el sector privado ha continuado la instalación de estas estructuras, que atraído a más de 30 compañías de todo el mundo que ofrecen ese y otros servicios.    La producción de vegetales y otros en invernaderos, se asemeja en gran medida al proceso industrial de producción, dado el control y la permanente intervención del hombre en el proceso productivo de las cosechas, lo que permite reducir al mínimo los riesgos de la agricultura tradicional a campo abierto e incrementar al más alto nivel los rendimientos, la calidad y la seguridad de las cosechas.

La creación de instituciones de investigación ha jugado un papel importante en el avance de la agropecuaria nacional. Entre esas entidades: Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestal, Instituto de Innovación Biotecnologías e Industrias, Sociedad Dominicana de Investigadores Agropecuarios y Forestal y el Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal, entre otros.

Trujillo y la tierra.  El dictador usó  medios coercitivos para adueñarse de terrenos privados, “mediante compra” o obandono forzado.  La expresión que se le atribuye a Trujillo de que mis mejores amigos son los hombres de trabajo,   no fue una idea de él. Esa frase se la vendieron. Dispuso la entrega de 10 tareas a cada familia para asegurar los alimentos básicos. Luego de su muerte, algunas familias recuperaron tierras que le habían incautado. Gran parte de los terrenos pasaron al Estado,  y muchos de ellos  han sido distribuidos por la reforma agraria, y miles de tareas han sido vendidas por el Consejo Estatal del Azúcar.

Durante la dictadura de Trujillo se llevaba a los presos a trabajos forzados, como en El Sisal de Azua y las plantaciones de arroz en Bonao, en donde técnicos de ese cereal abandonaron un proyecto de cooperación por la estar de acuerdo con esa práctica.

BID: el PATCA   proyecto modelo

El Proyecto de Apoyo a la Transición Competitiva Agroalimentaria (PATCA), considerado por el  Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como el mejor programa que ese organismo ha financiado a nivel mundial. Lo define además como el programa estrella en el país, según el ministro de Agricultura, Salvador Jiménez.

Este proyecto, cuya segunda parte fue aprobada por el BID, contribuyó a mejorar la producción de miles de agricultores en el país que recibieron tecnologías de punta, como riego por goteo y nivelación de sus parcelas, entre otras. Ese banco ha replicado el PATCA en Nicaragua y  Paraguay. Para la segunda etapa de ese programa, que se inicia próximamente, habrá un primer desembolso de US$30 millones, en el que se ha incluido un nuevo componente de la producción bajo ambiente controlado  o de invernaderos dentro de las ofertas tecnológicas que le presentamos a los productores. El Gobierno aplicará el programa pro-rural oeste por US$30 millones para aplicarlo en las 11 provincias de la zona fronteriza, que será financiado el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

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