Equidad de género

<STRONG>Equidad de género</STRONG>

Las estadísticas demuestran que en nuestro país las mujeres han estado en desventaja ante el hombre en muchos aspectos. En el caso de actividades remuneradas, la mujer recibe, en promedio, una paga menor que el hombre por el desempeño de una misma función. A estas alturas del siglo 21, es inconsecuente que se mantenga este estado de cosas y los gobiernos tienen que diseñar políticas dirigidas a impulsar la equidad de género en cuanto a oportunidades se refiere.

Es estimulante que, actuando a tono con esa tendencia, el Gobierno ha suscrito un convenio de cooperación  interinstitucional para estimular la equidad de género en la adquisición de bienes y servicios para el sector público, lo que procura garantizar, como política de Estado, la igualdad de género en los procesos de compras y contrataciones. Es un paso significativo hacia un modelo que reconozca el derecho de la mujer a tener igual cuota de participación que el hombre en  la oferta de bienes  y servicios al Estado.

Un reparo pertinente es que en términos de designaciones la falta de equidad es evidente. Por ejemplo, en la distribución de cargos públicos las mujeres están en desventaja. Aspiramos a que este convenio sea el punto de partida hacia una mejor valoración de la capacidad de la mujer para desempeñar  funciones públicas.

Escuelas desprotegidas

Hace poco más de una semana que varios individuos con armas de fuego y encapuchados penetraron a la escuela Federico Llinás, de Los Mina, y luego de poner en fuga al  único sereno que tiene el plantel, robaron y destruyeron a su antojo. Y este viernes, un hombre armado de pistola penetró a la escuela Carlitos Melo Salazar, de Villa Mella, y  amenazó con matar a los niños si los profesores no le entregaban sus pertenencias. Luego huyó con celulares, dinero y otros objetos.

Ambos casos se suman a otros que ponen en evidencia la gran vulnerabilidad de nuestras escuelas que están permanentemente expuestas al ingreso de intrusos. Ha habido casos de agresión física contra estudiantes y profesores, y ni hablar de los saqueos. La falta de una vigilancia adecuada es un serio riesgo tanto para la seguridad de maestros y estudiantes como  para los útiles y equipos de los planteles.

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