Equinoccio de otoño; el tiempo en que volvemos a la tierra

Equinoccio de otoño; el tiempo en que volvemos a la tierra

Abuela Margarita y Karina Pereyra

“La montaña oscurece y asume la púrpura magnificencia de las hojas en otoño”. Yosa Buson

Las estaciones son ayudas brindadas por la naturaleza para que podamos comprender -de un modo profundo- lo que nos enseña el primer principio de la termodinámica: “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Primavera, verano, otoño e invierno, son formas naturales de ponernos en contacto con los procesos de cambio de las distintas formas de vida: nacer, madurar, envejecer y morir.

El otoño es un tiempo para transformarnos, cambiar,soltar, dejar ir, desprendernos de lo que nos limita para ir a lo que sigue y confiar en que nada se pierde, todo se renueva. El dolor viene cuando estamos desconectados de los ciclos naturales.

Tal vez alguien quiera tener una relación armoniosa, hijos felices, éxitos laborales, y una figura espléndida. Ciertamente, lo puede tener todo, solo que si llegara todo al mismo tiempo sería física, emocional, mental y espiritualmente agotador. Conocer los solsticios y los equinoccios, para responder a sus invitaciones, es una manera sencilla (pero efectiva) de mantener el bienestar.

La palabra equinoccio tiene su origen en el latín y significa “noche igual”, ya que en este tiempo el día tiene la misma duración que la noche. El equinoccio de otoño 2019 empezó a las 3:50 am de este lunes 23 de septiembre. Luego de 89 días y 20 horas, llegará a su fin el 22 de diciembre, cuando iniciará el solsticio de invierno. A partir de hoy, la luz del día comienza a acortarse y los periodos de oscuridad se vuelven más largos.

El otoño trae cambios y un espacio para el interior. Es una oportunidad para prepararnos para el invierno, cuando la oscuridad estará completamente manifestada.

Se puede visitar el pasado para aprender de él, sanar y conectar con el presente, así podemos avanzar libres hacia el futuro. Cuando estamos en armonía con lo que es, vivimos un estado de integridad o de honestidad con nosotros mismos, que nos dota de una extraordinaria fuerza para soltar aquello que ya cumplió su ciclo en nuestras vidas. Así es como en el equinoccio de otoño disfrutamos el equilibrio.

El poeta argentino Leopoldo Lugones dice: “No temas al otoño, si ha venido. Aunque caiga la flor, queda la rama. La rama queda para hacer el nido”.El otoño se ha celebrado en distintas tradiciones durante cientos de años. También es conocido comofestividad de Mabon, fiesta de la cosecha, día del banquete, fiesta de la vendimia y fiesta de Avalon. En la cultura celta, septiembre era conocido como Haleg-Monath, que significa literalmente el “mes sagrado”, en el que se ofrecían libaciones de vino dulce o zumo de frutas a los árboles de los bosques.

En china, se conoce como Chung Chiu, la fiesta que marca el final de la cosecha del arroz. En las comunidades judías, este tiempo es llamado Sucot o la “fiestade la alegría».En Roma, se celebraban las fiestas Dionisíacas en las que se cosechaba la uva y se bebía el vino del año anterior. Algo similar ocurría en Escocia, en donde se preparaba el nuevo whisky y se brindaba con el de la cosecha anterior, que recoge el espíritu de la cebada al que cariñosamente llaman tío John.

El equinoccio de otoño es el tiempo en que volvemos a la tierra. La estación nos invita a entregarnos como lo hace la naturaleza. El escritor y dramaturgo turco Mehmet Murat ildandijo que en otoño,en vez de ir a las joyerías a ver el oro, lo podemos verpor los parques, refiriéndose a las hojas doradas que cubren la tierra durante esta época.

El otoño es un tiempo de inspiración, transformación, transición y cambio. Este año, gracias a mis amigos Daniel y Ayala, tuve la maravillosa oportunidad de celebrar la entrada del equinoccio recordando junto a la abuela Margarita, en el retiro que se celebró del viernes 20 al domingo 22 en Casa Blanca, Bonao.La abuela es una guardiana de la tradición maya, conocedora delos círculos de danza del sol, de la lunay de la tierra. Acompaña alas personas en labúsqueda de visión, en las motañas. Pertenece al consejo de ancianos indígenas y en las últimas décadas se ha dedicadoacompartir experiencias y sabidurías.

Hace dos años, tuvimos el regalo de tener la visita de la abuela Margarita y su gentil acompañante y asistente Sandra Sucilla, en un retiro realizado en el Rancho ecológico “El Campeche”, de la cantante Xiomara Fortuna. Este año, fuimos acogidos en la hermosa casa de retiro de Adasec, donde compartimos cantos, ceremonias, danzas y palabras, que nos ayudan a despertar las memorias antiguas para recordar lo que de verdad somos: luz y amor.

Comparto algunas de las sabias ideas compartidas por la abuela Margarita durante el retiro:

-“El despertar de lo femenino corresponde al corazón y toca por igual a hombres y mujeres”.

-“El papel de la mujer es valorarse y honrarse a si misma, y enseñar a los hombres a amar y respetar la Tierra”.

-“¡La felicidad es tan sencilla!, consiste en respetar lo que somos. Somos cosmos y substancia de la tierra”.

-“Debemos entender que somos seres sagrados, que la Tierra es nuestra Madre y el Sol nuestro Padre. Debemos honrarnos a nosotros mismos”.

-“Según los ciclos mayas de 13 años, al cumplir los 52 las personas se abren a la maternidad-paternidad universal. Deben dejar el victimismo y decir ¡aquí estoy!”

-“Después de los 65 años somos oro molido para la humanidad. Es una época ideal para compartir experiencias y sabiduría”.

-“Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre”.

-“El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos, basta tomarlo”.

-“La muerte es un negocio. La muerte no existe”.

-“Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos crean larealidad”.

-“Cuando hay alegría no hay enfermedad. La alegría es importante para vivir.Debemos tener cuidado de no caer en la infelicidad”.

-“Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma”.

-“El sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido”.

-“Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno. Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío”.

-“Todos tenemos un 6to sentido: ¡el amor!”

¡Feliz cosecha!

¡Feliz otoño!

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