Equipaje

Equipaje

Hace ocho días que llegó. El, sin embargo, parece antiguo y viejo. A pesar de que el tiempo aún no le ha tocado, este nuevo año ya está un poco desgastado y ajado. Contrario a lo que antes solía suceder en estas fechas, nadie pasea su emoción por las calles de la ciudad.

La apatía nos rodea, muchos han olvidado cómo reír mientras otros dicen con tristeza que cuando las cosas están tan negras no hay forma de elevar el espíritu.

El 2004 comienza en medio de las fiebres, las iras y las pasiones políticas. Empezamos hablando de una Ley de Lemas que quiere instaurar el PRD como respuesta a la incapacidad que tienen sus líderes a la hora de ponerse de acuerdo y dejar de lado ese egoísmo y afán de poder que tanto daño les ha hecho a lo largo del tiempo.

Esa ley no es oportuna ni justa. Si el PLD y el PRSC (este último con sus líos, es sabido), ¿por qué hay que darle gusto a un PRD que no es capaz de elegir al suyo? La fórmula antigua es más razonable y nos evita el mal sabor de posibles fraudes que, al calor de tantos candidatos, serían más fáciles de cometer.

A pesar de que es legítimo que cada quien tenga sus aspiraciones, no creo que las aspiraciones de un grupo de candidatos de un solo partido tengan tanto peso como para modificar la ley electoral.

En lugar de ello, debería modificarse el sistema o método para conceder los ya famosos indultos y hábeas corpus. Vale ver el caso del secuestro y posterior asesinato de Gelson David González Valdez y Jesús Javier Aracena (Tito) para llegar a la conclusión de que la justicia debe ser revisada.

Algo está fallado. De lo contrario, ¿cómo se explica que dos de los acusados de cometer ambos crímenes ya hayan estado inculpados por secuestro? Uno de ellos, Raúl Martínez Medrano, fue indultado el pasado 23 de diciembre a pesar de haber sido acusado de secuestrar a Juan Beltré Pérez, gerente bancario. El otro, Antonio Martínez Herrera, recibió un hábeas corpus aunque había sido sometido a la justicia por su participación en el secuestro y posterior asesinato de Víctor Augusto Féliz Matos.

También llama la atención que otro de los secuestradores, de nacionalidad colombiana, tuviera un carné del DNI que fue expedido a su nombre.

Son las joyas de un sistema que no funciona. También de una sociedad que se vuelve cada día más inhóspita, cruel y desmadrada. Porque, ¿qué puede decirse del secretario de Salud Pública después de lo que le respondió a los médicos de la unidad de quemados?

«Si nos entregan la unidad la recibimos con mucho gusto y esperamos que cuando nos la entreguen completa, se vayan», dijo Rodríguez Soldevilla cuando se enteró de que los médicos discuten la posibilidad de entregar la unidad a Salud Pública.

En lugar de ello, ¿por qué no se pone él en el pellejo de esos médicos que tienen que lidiar con un desabastecimento total que afecta a sus pacientes.

Mientras, Educación recibirá un presupuesto que apenas le permitirá desenvolverse. Así, ¿cómo podemos comenzar el año con alegría? Es difícil. Por ello, repetiré uno de los deseos que más escuché el día primero: ojalá que éste nos traiga el adiós del presidente Hipólito Mejía.

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