Equipos de uso para protección personal

Equipos de uso para protección personal

Cuando se habla de controlar los riesgos muchas veces lo primero en lo que comúnmente se piensa es en los equipos de protección personal o individual (EPP).
Los principales EPP son los cascos, los guantes, las botas y las gafas de seguridad, que suelen ser los elementos de seguridad de la mayoría de los trabajos. Los EPP forman parte de las barreras que definimos como controles, sin embargo son la última barrera.

Al controlar los riegos primero debemos eliminar, sustituir o aplicar medidas administrativas y de ingeniería sobre los peligros y la exposición a la que nos sometemos, por último identificamos los equipos de protección personal que mitigarían el daño, en caso de exponernos al riesgo residual de las medidas antes aplicadas.

Los EPP deben ser objeto de un análisis, no todas las tareas requieren que se utilice este tipo de equipo, lo ideal es no tener que utilizar ningún equipo y lograr el mayor control mediante otras medidas.

Por ejemplo el uso de guantes puede limitar la maniobrabilidad del usuario, en el caso de los trabajos eléctricos podemos asegurar que se elimina la electricidad por otros medios y permitirnos utilizar libremente nuestras manos.

Si el análisis indica que se debe utilizar un EPP entonces se debe identificar el equipo correcto, existen muchos modelos y tipos de EPP que son adecuados para cada tarea y para cada persona. Lo que funciona para una actividad puede que no funcione para otra. Recuerde que estos equipos solo lo protegen a usted, por eso son personales y usted debe hacer una correcta selección y uso de su Equipo de Protección Personal.

Tomemos como ejemplo el uso del arnés contra caídas, este equipo reduce la distancia recorrida y amortigua el golpe. Se mitiga el daño que podría sufrir una persona al caer si resbala, tropieza o pierde el equilibrio mientras realiza un trabajo en altura. Tiene varios puntos de anclaje del cuerpo en los hombros, brazos, espalda, pecho y piernas que deben ser ajustados a la contextura física de cada individuo que lo utilice. Es muy diferente del cinturón, que solo se ajusta en la cintura. Nunca debemos confundirlo con el arnés, ya que el cinturón solo restringe el movimiento para evitar, por ejemplo, que una persona se acerque mucho al borde de una superficie alta o con diferencia de altura. Los cinturones no protegen contra las caídas.

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