En su biografía sobre el presidente Buenaventura Báez publicada por INTEC en 1991, la historiadora Mu-Kien Adriana Sang Ben indica que la opinión sobre éste del autor Sumner Welles (1892-1961) en su obra “La Viña de Naboth” demuestra “su antipatía clara” motivada por racismo, pues el diplomático norteamericano se refiere equivocada y despectivamente al “partido de los negros encabezados por Báez”, hijo de una ex esclava negra.
La imputación de racista a Welles por Sang Ben es particularmente irónica pues su brillante carrera diplomática concluyó en 1943 luego de un escándalo tras revelarse que en 1940 solicitó favores sexuales o intentó seducir a dos maleteros negros en un tren viajando a Washington tras un funeral en Alabama.
Welles evitó ser procesado judicialmente gracias en parte a su amigo J. Edgar Hoover, director del FBI, también homosexual, y por sus excelentes relaciones políticas y sociales. Welles había encubierto sus preferencias sexuales casándose tres veces, cada vez con mujeres ricas y poderosas. Él mismo estaba emparentado con las familias Roosevelt y Astor. En 1921, el secretario de Estado Charles Evan Hughes designó a Welles jefe de la división de asuntos de América Latina pero éste renunció al año, inconforme con el uso de la fuerza militar para imponer los intereses privados de empresarios norteamericanos en el exterior. Meses después, con el rango de ministro, reingresó al servicio diplomático como comisionado especial en República Dominicana, que desde 1916 estaba ocupada militarmente por los Estados Unidos.
Su misión era supervisar el retiro gradual de las tropas de la isla (también Haití estaba ocupado por los marines) y lograr un acuerdo para el pago de la deuda externa dominicana a financistas estadounidenses, lo cual logró con el Tratado Hughes-Peynado. Tras su misión en Santo Domingo, donde vivió por tres años hasta 1924, Welles fue asesor del Presidente Horacio Vásquez.
Welles fue más tarde un íntimo colaborador en asuntos foráneos del Presidente Roosevelt, en cuyo gabinete fue subsecretario de Estado de 1937 hasta 1943. “La Viña de Naboth”, publicada en 1928, fue calificada por el periodista James Reston como “pomposa y deslucida”. Cuando renunció, “Time” le calificó como “el principal arquitecto de la ‘política de buen vecino’ de los Estados Unidos en la América del Sur”. La homosexualidad del embajador Welles, pese al escándalo de 1943, fue un detalle casi intrascendente en su influyente vida.