Ericeira, paraíso europeo del surf

Ericeira, paraíso europeo del surf

Efe. Reportajes
El deporte luso ya no es solo fútbol. El surf, la osada modalidad acuática impulsada en Estados Unidos en la década de los 50, ha ganado popularidad en Portugal, donde sus indómitas playas reciben cada año a miles de surfistas locales y extranjeros.

La organización “Save The Waves”, que promueve la protección de zonas costeras con olas adecuadas para el deporte en todo el mundo, otorgó un sobresaliente a los cerca de cuatro kilómetros situados entre las playas atlánticas de Empa y Sao Lourenco, dos áreas naturales protegidas del urbanismo implacable que caracteriza algunas zonas costeras de la Península Ibérica.

Pedra Branca, Reef, Ribeira d’Ilhas, Cave, Crazy Left, Coxos y S. Lourenco son ya nombres de playas con olas de categoría mundial, a la altura de las que se encuentran en las playas californianas de Malibú y Santa Cruz o la de Main Beach, en Australia, paraísos del surf premiados por la misma organización y mundialmente conocidos.

Anchos e irregulares espacios salpicados de escarpados acantilados configuran el paisaje salvaje de Ericeira, ideal para que los surfistas más intrépidos desafíen las incontrolables fuerzas del océano.

“Las olas fueron distinguidas, sobre todo, por su calidad y consistencia”, explicó a EFE  Joao de Macedo, uno de los principales impulsores de la candidatura portuguesa, que se impuso este año a las de otros 34 países.

Con una media de altura entre los dos a tres metros, las olas de Ericeira no se consideran especialmente temibles pero su moldura “perfecta” enamoró al jurado de “Save The Waves”, apunta De Macedo, un apasionado surfista.

Olas doce meses al año. El pintoresco municipio de Ericeira, una villa de pescadores dependiente de la cercana ciudad de Mafra, contribuyó también a dar brillo a la candidatura por contener los ingredientes necesarios para el desarrollo de deportes acuáticos de alto voltaje, como el surf y sus diversas variantes, incluido el body-surf.

La posibilidad de retar a las olas los doce meses del año, la rica cultura local sobre el deporte y la proximidad de un gran parque natural fueron tres de los aspectos que impulsaron la candidatura lusa, arropada por las autoridades locales y por figuras del deporte.

“Hay olas grandes y pequeñas, para especialistas y principiantes. Me encanta este área y estoy contento de ver el reconocimiento merecido que ha logrado, que sirve además para ayudar a proteger mejor este espacio”, señala Tiago Pires, la indiscutible estrella del surf portugués.

El estadounidense Kelly Slater, diez veces campeón del mundo, también conoce bien las indómitas olas de Ericeira. Allí se ha entrenado varias veces y ahora se congratula por el nuevo estatus de estas playas.

“Cada vez que tengo la oportunidad de apoyar oficialmente una playa o una parte de la misma para practicar surf, estoy siempre disponible”, proclama el rey de esta modalidad, que ha ganado terreno a pasos agigantados en Portugal, donde el deporte de la tabla tiene muchos adeptos.

Las claves

1.  No temible

Con una media de altura entre los dos a tres metros, las olas de Ericeira no se consideran especialmente temibles pero su moldura “perfecta” enamoró al jurado de “Save The Waves”.

2.  Escenario

Ha recibido a la organización “Save The Waves” el título de primera reserva europea de surf.

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