LA HABANA (AFP).- La tormenta tropical Ernesto provocó la evacuación de unas 625.000 personas en el oriente de Cuba, donde, debilitada tras impactar contra las montañas, golpea con lluvias pero amenazaba con recobrar fuerza de huracán la noche de ayer, lunes, al salir al mar en su ruta al sur de Florida.

Ernesto, que avanza con vientos de 65 km/h, penetró en territorio cubano la mañana del lunes por Playa Cazonal, en el límite entre Santiago de Cuba y Guantánamo, precisó el jefe del Centro de Pronóstico del Instituto Cubano de Meteorología (IMC), José Rubiera. “Por la interacción con las montañas no se ha desarrollado, pero por las condiciones de la atmósfera superior, del mar, puede convertirse nuevamente en huracán en 24 horas”, precisó el experto.

Ernesto, el primer huracán de la temporada que el domingo se degradó a tormenta tropical a su paso por Haití, podría retomar fuerza y tocar las costas de Florida entre la noche del martes y la mañana del miércoles.

“Si toma categoría de huracán será otra historia, porque las lluvias van a abarcar zonas de la costa norte de Cuba, podría haber marejadas fuertes, incluso la posibilidad de inundaciones costeras”, dijo Rubiera, al insistir en la vigilancia del fenómeno y las medidas de prevención.

Unas 270.000 personas fueron evacuadas en Granma, otras 200.000 en Holguín, 60.000 en Santiago de Cuba, 51.000 en Camagüey, 20.000 en Las Tunas y 15.000 en Guantánamo, todas en el oriente, y algunos cientos en provincias del centro de la isla.

El sistema anticiclones de Cuba, reconocido por su efectividad, estaba activado. El presidente Fidel Castro siempre ha estado en primera línea en las situaciones de emergencia por los ciclones, pero ahora convalece de una cirugía intestinal.

La Defensa Civil mantenía la fase de alarma en las provincias de Holguín, Las Tunas y Camaguey; pasó a fase de recuperación en Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma, y de normalidad en Pinar del Río, La Habana, Ciudad de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Avila.

La población puso a resguardo el ganado, apresuró la cosecha de tubérculos y se tomaban las medidas para garantizar cobertura médica y alimentaria.

El Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba canceló todos los vuelos nacionales; además quedaron suspendidos los viajes en tren y las flotas pesqueras fueron llamadas a puerto y aseguradas en la costa.

Según estimaciones oficiales, más de 1,7 millones de personas podrían ser trasladadas a albergues o desplazadas a casas de amigos y familiares, en zonas más seguras.

De acuerdo con reportes locales, Ernesto cobró su primera víctima en Haití, donde provocó inundaciones y destruyó al menos 13 casas en la isla de Gonave. En República Dominicana causó lluvias intensas.

Según proyecciones del Centro Nacional de Huracanes de Miami (CNH), tras atravesar Cuba, Ernesto no se dirigiría al Golfo de México -como estaba previsto inicialmente.

La ciudad de Nueva Orleans y otras aledañas en la costa del Golfo de México, devastadas por el huracán Katrina, que dejó 1.500 muertos y centenares de miles de personas sin hogar, no serían afectadas.

Pero en Estados Unidos las autoridades de Florida (sur) decretaron el estado de emergencia ante la amenaza ciclónica y comenzaron a evacuar los cayos del sur.

De acuerdo con los pronósticos del CNH, Ernesto podría llegar a Florida convertido en un huracán de categoría 3, con vientos de 209 km/h. El gobernador Jeb Bush ordenó el estado de emergencia ante lo que podría ser “una gran catástrofe”.

La NASA canceló este lunes el lanzamiento del transbordador Atlantis previsto para el martes, ante la amenaza de la tormenta tropical, que según un portavoz impediría realizarlo esta semana.

Cuba sufrió el pasado año cinco ciclones, dos en forma directa y tres indirectamente. En 2005 el gran golpe lo propinó en julio el huracán Dennis, que afectó a 10 provincias, dejó 16 muertos y daños por 1.400 millones de dólares; en tanto que Wilma provocó en octubre inundaciones históricas en La Habana.

Almacenan provisiones

MIAMI (AP).– Las autoridades de Florida apremiaron a la población ayer, lunes, a tomar medidas de emergencia antes de que la tormenta tropical Ernesto pueda convertirse de nuevo en huracán, mientras se formaban largas filas para comprar alimentos, gasolina y otras provisiones.

   Ernesto podría recobrar fuerza de huracán en las aguas tibias cercanas a Cuba y tocar tierra en el sur de Florida hoy, martes, por la noche, exactamente un año después de que el huracán Katrina devastó una amplia zona del litoral estadounidense del Golfo de México. El recuerdo de ese fatídico ciclón y los otros siete huracanes que han golpeado al estado desde el 2004 está presente aún en numerosos habitantes.

   «Asegúrense de que tienen las provisiones (suficientes) para las 72 horas posteriores a la tormenta’’, dijo el gobernador Jeb Bush a la población desde Tallahassee, la capital estatal, el lunes, un día después de declarar el estado de emergencia en toda Florida. «Un huracán es un huracán, y provoca la devastación que ya hemos visto. Basta recordar lo que sucedió al año pasado’’, añadió.

   Pedro Ballesteros, de 40 años, no se había quedado cruzado de brazos. «Cada año nos preparamos un poco más porque estamos aprendiendo de nuestros desastres anteriores. Estoy atento a todo lo que es importante: linternas, baterías, gasolina’’.

   Los meteorólogos del Centro de Huracanes en Miami dijeron que había un 10% de posibilidades de que vientos huracanados castigaran el sur de la Florida y un 60% de posibilidades de que hubiera vientos de tormenta tropical para el jueves. Los habitantes de una franja de 645 kilómetros de largo en el densamente poblado litoral del Océano Atlántico y de los cayos seguían el rumbo de Ernesto.

   La tormenta, que el domingo durante unas 10 horas ascendió a la categoría de huracán, se debilitó posteriormente.

   A las 14 (1800 GMT), la quinta tormenta con nombre de la temporada tenía vientos sostenidos máximos de 64 kilómetros por hora (40 millas por hora), con alrededor de 1,6 kilómetros por hora (1 mph) sobre el mínimo para ser tormenta tropical y por abajo de los 120 kilómetros por hora (75 mph) del domingo, dijo el Centro de Huracanes.

   Ernesto se encuentra en las cercanías de Cuba, a unos 56 kilómetros (35 millas) al noroeste de Guantánamo y unos 725 kilómetros (450 millas) al sureste de Cayo Hueso. Avanza hacia el noroeste a una velocidad de 16 kilómetros por hora (10 mph).

   Funcionarios de la zona de los cayos dijeron a los turistas que posterguen cualquier plan inmediato de viajar a la región, y ordenaron la salida inmediata de los que se hallen en el archipiélago.

   Algunos habitantes y comerciantes instalan tablas de madera sobre ventas y escaparates para protegerlos mientras los turistas buscan vuelos para salir del estado.

   Numerosos residentes de Florida acudieron a las tiendas temprano para hacer acopio de provisiones y medicamentos. En varias gasolineras en el condado Dade de Miami había colas para adquirir el combustible.

   No se informó de daños o de víctimas en Cuba, donde el gobierno realiza de manera regular evacuaciones en masa antes de tormentas tropicales para reducir las pérdidas de vidas.

   El Centro de Huracanes advirtió que pese a que menguó en su furia, la tormenta podría volver a pasar al status de huracán antes de llegar a la Florida.

   El estado de emergencia, entre otras cosas, activa la Guardia Nacional para eventuales labores de rescate. Bush canceló un viaje a Nueva York el lunes, y optó en cambio por analizar con sus asesores medidas a ser adoptadas ante la tormenta.