Las playas de Juan Dolio y Guayacanes están afectadas de un deterioro progresivo por la erosión y contaminación que les llega del río Higuamo, situación que fue planteada con preocupación por técnicos ambientales e inversionistas de la región.

La calidad de las aguas del río Higuamo ha disminuido por las descargas industriales y domésticas que concentran microorganismos patógenos por encima de los niveles permisibles, determinó un estudio de la bióloga Gladys Rosado, en el 2003.

La investigación señala que “los parámetros microbiológicos resultaron ser los que más afectan la calidad de las aguas costeras para uso directo”.  Y añade que los sistemas de drenaje de una gran parte de los hoteles operan con ineficiencia.

Estos sistemas, añade, tampoco tienen la capacidad para depurar las cargas contaminantes que generan”, planteó Rosado, quien realiza evaluaciones periódicas a las aguas del litoral este.

En Juan Dolio y Guayacanes hay 35 hoteles con 4,000 habitaciones, aproximadamente.

Radhamés Martínez Aponte, presidente de la Asociación de Hoteleros, indicó que estas instalaciones realizan operaciones por US$240 millones al año.

Solo siete de los 35 hoteles están conectados a una planta de tratamiento.

Asimismo, Francisco Geraldes, director del Centro de Investigación Biológica Marina de Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Juan Dolio es la playa del este que más pérdida tiene por erosión, estimada de hasta 30% en algunos puntos.

El proceso de erosión crece debido a la rotura de la barrera coralina por el cruce de embarcaciones y los embates de la tormenta Jeanne, indicó.

También estimulan esta erosión los espigones y muros construidos para la contención del oleaje.