Error radar creó pánico Casa Blanca

Error radar creó pánico Casa Blanca

WASHINGTON (EFE). Una «falsa lectura de radar», según la versión oficial de las autoridades de aviación de Estados Unidos, provocó ayer varios minutos de alarma y angustia en Washington, donde, de entrada, se inició una evacuación de la Casa Blanca.

Por suerte, en menos de media hora se pasó de la evacuación al retorno de los funcionarios a la mansión presidencial y la supuesta entrada de un avión civil no identificado en el espacio aéreo restringido de Washington se quedó en una «falsa lectura de radar».

Durante los primeros minutos, la noticia corrió como la pólvora. Los programas de las televisiones comerciales en EEUU fueron abruptamente interrumpidos para dar la escueta noticia de que, sin saber todavía el porqué, la Casa Blanca estaba siendo evacuada.

El impacto fue todavía mayor si se tiene en cuenta que todos los informativos matutinos habían abierto hoy con la noticia de los atentados terroristas contra intereses británicos en Estambul, que se han cobrado al menos 27 vidas y dejan más de 400 heridos.

Inmediatamente pudieron escucharse sobre Washington los motores de los aviones de combate del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), que tiene como objetivo la defensa del espacio aéreo de EEUU y Canadá.

Salieron en busca del avión despistado. Pero la realidad es que no había tal, según dijo poco después el portavoz de la Administración Federal de Aviación Civil de EEUU (FAA por sus siglas en inglés), William Shumann.

Shumann aseguró que la alarma fue producida por una «falsa lectura del radar» y reconoció que, cuando los cazas de protección se acercaron al punto donde supuestamente se había producido la incursión, «no encontraron nada».

El portavoz de la FAA explicó que este tipo de problemas en el radar se pueden producir tanto por fenómenos atmosféricos (hoy luce un sol espléndido en Washington) como por bandadas de pájaros que irrumpen en las pantallas de detección como cuerpos extraños.

No obstante, sólo unos minutos antes, una portavoz del Servicio Secreto de la Casa Blanca, Jean Mitchell, había informado a los periodistas, con lujo de detalles, de que el avión se dirigía ahora «hacia el sudeste, alejándose de la Casa Blanca» y que la dirección de Aeronáutica Civil (FAA) «estaba tratando de comunicarse con el piloto».

Según la portavoz, el «avión» se había aproximado a ocho kilómetros del espacio aéreo restringido en torno a la Casa Blanca.

Una vez que Aviación Civil comprobó que en realidad todo el incidente quedaba reducido a un problema de lectura de radar, la situación quedó rápida y completamente normalizada.

Todo ello ocurrió en menos de 30 minutos, por lo que la Casa Blanca no llegó a ser evacuada completamente e inmediatamente el servicio secreto permitió el retorno de los que ya habían salido del edificio.

En el momento de la evacuación no se encontraban en la mansión presidencial ni el presidente de EEUU, George W. Bush, ni la primera dama, de visita de Estado en Londres. No se ha divulgado si estaba allí el vicepresidente, Dick Cheney.

El personal de mayor nivel que se encontraba en la Casa Blanca, así como los grupos de visitantes, fueron alejados de la parte de la mansión donde se encuentran la residencia y las oficinas del presidente Bush.

Esta es la segunda vez en diez días que se produce una situación similar en la Casa Blanca.

El pasado 10 de noviembre, la entrada de una avioneta privada en el espacio aéreo de la Casa Blanca desató también las alarmas terroristas en Washington.

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