Se desconocen los proyectos que se financiarán con los US$750 millones que el Gobierno obtuvo de préstamos con la venta de los bonos soberanos.

Lo lamentable es que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ni nadie ha pedido una ley con el listado de obras públicas.

La transparencia es necesaria, porque sin preguntarnos, de repente, los dominicanos tenemos un compromiso de largo plazo, a un interés de 7,5 por ciento, anualmente pagaremos US$56 millones y en diez años US$563 millones.

Para crear riqueza el FMI debió poner como condición que los recursos se invirtieran exclusivamente en proyectos públicos reproductivos.

Es cierto, no teníamos ahorros para una política anticíclica, pero endeudarse para cubrir cualquier gasto no era la salida, porque para pagar la nueva deuda aumentarán los impuestos y se reducirán exenciones fiscales, empobreciendo más el país.   

Además de innecesario, el endeudamiento carece de sentido financiero, me explico con los siguientes números. Las reservas netas del Banco Central, al 28 de abril pasado ascendían a US$2,176.0 millones, la mayor parte invertida en letras del Tesoro o en activos convertibles fácilmente en dólares.

De mantener el balance por un año, el retorno que tendría el Banco Central apenas sería de US$44 millones, porque el interés que se está pagando promedia 2%, es decir, anualmente, por las reservas internacionales, estaríamos recibiendo US$12 millones menos de lo que debemos pagar por el préstamo de los bonos.

De mantenerse con el mismo balance los activos internacionales del Banco Central, en diez años a República Dominicana retornarían US$440 millones, que comparados con los US$563 millones que tenemos que pagar de intereses por el préstamo, en el periodo estaríamos exportando un capital acumulado de US$123 millones, una barbaridad.

Como el FMI no lo hizo, posiblemente porque no es su problema y en verdad no lo es, éste debió ser el cálculo del Gobierno y del Banco Central, para rechazar la operación, en lugar de ir alegremente a tomar los recursos prestados.

Como el Organismo Internacional se concentra en su modelo cuadrado, exigirá al Banco Central, como lo hace donde quiera que interviene, que se mantengan acumuladas reservas para pagar tres meses de importaciones.

Cuando consideramos la experiencia de los últimos cuatro años, las importaciones de bienes de consumo, de capital y materias primas, promedian anualmente US$10,304 millones, los tres meses US$2,576 millones, el monto de reservas internacionales mínima, que supera en US$400 millones el balance de reservas acumuladas en la fecha mencionada más arriba.

El faltante seguramente implicará exigencias del Organismo Internacional, que dirá a las autoridades que el desbalance se debe a la velocidad de gastos del Gobierno, con motivo de las pasadas elecciones, observando que el comportamiento ha provocado un déficit del presupuesto de RD$23,000 millones en los primeros cuatro meses del 2010, causando pérdidas de reservas internacionales netas de US$119.5 millones del 31 de marzo al 28 de abril, US$4,3 millones todos los días.

Además de empobrecernos más, al final nos hemos endeudado al 7,5 por ciento para tener reservas al 2 por ciento, un negocio malo, muy malo.