Errores graves de los partidos con sus padrones

Errores graves de los partidos con sus padrones

El Padrón Electoral es el listado elaborado por la Junta Central Electoral en el que figuran todos los ciudadanos con derecho al voto. Sin embargo, cada partido tiene o debe tener un Padrón en el que figuren las personas que se supone son miembros o afiliados a los mismos. Pero para nadie es un secreto la cantidad de divisiones y desprendimientos que se han producido y se producen a diario en los partidos.
Producto de ello, ninguno o la mayoría de los partidos han hecho las debidas correcciones en sus padrones a fin de que reflejen la realidad, y puedan saber con cuáles y cuántas personas pueden contar, ya que esos miembros o militantes forman parte de los denominados votos duros.
Al margen de otras fallas, ese error probablemente sea uno de los puntos débiles para que los partidos, aliados al Gobierno o con la oposición, presenten dificultades en los procesos electorales. Mucho más en el presente, que ha roto todos los récords en materia de inconformidades, desprendimientos y saltos de un lado a otro.
Solo hay que echar una mirada a los saltos y desprendimientos ocurridos en los últimos tiempos en la mayoría de los partidos, para cualquiera entender que ni ellos mismos pueden en realidad saber cuántos afiliados tienen, ni cuántos de los que una vez fueron considerados miembros, aunque no lo fueran, se mantienen en dichas agrupaciones.
Y digo que fueron considerados miembros, sin necesariamente serlo, porque se dieron casos especiales que tienden a confundirlos, a ellos y a cualquiera que intente conocer sus padrones.
Por ejemplo, hace unos años se inició la excelente modalidad de crear los comités de adhesión al candidato.
El caso más significativo lo constituyeron los Comités Afectivos con Hipólito en el PRD. Pero dichos comités, como su nombre indica, eran de afecto al candidato, no necesariamente al partido.
O sea, personas que se identificaron en ese proceso con dicho candidato, pero sin considerarse necesariamente miembros del partido.
Luego de las divisiones y el surgimiento del PRM, los dirigentes que conformaron el nuevo partido asumieron que las personas que aparecían en los comités afectivos eran parte de la nueva organización, y así aparecen en su padrón.
El PRD, por su parte, luego del desprendimiento, elaboró un padrón segregando los que suponían les eran contrarios, y afiliaron a nuevos miembros, creándose una especie de arroz con mango.
En uno y otro Padrón partidario figuran decenas de miles de personas que ni son perredeístas ni perremeístas. Y ese error los coloca en una situación de desventaja, porque se supone que el padrón es el punto de partida para asegurar los votos duros el día de las elecciones.
En otros partidos emergentes se producen situaciones similares, puesto que, muchos ciudadanos que por vocación democrática aceptaron dar sus nombres como testigos para que dichas organizaciones fueran reconocidas, no necesariamente son miembros de los mismos.
Así que, para que puedan hacer un trabajo futuro efectivo y saber con cuántos afiliados o votos duros cuentan, tienen que actualizar sus padrones.

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