ALERTA. ¿Es correcto llamar manos y pies a las patas del caballo?

ALERTA. ¿Es correcto llamar manos y pies a las patas del caballo?

Juan Freddy Armando

Analizaré hoy el caso de los vocablos jengibre, encabritar y trote, a partir de las definiciones que nos ofrece el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE).

Cómo se escribe jengibre

 Recuerdo una simpática discusión que sobre esta palabra sostuvimos el gran maestro universal de las letras Juan Bosch y yo, precisamente en los días en que me nombró director del periódico Vanguardia del Pueblo, órgano del Partido de la Liberación Dominicana, en sus tiempos fundacionales.

En uno de los editoriales que elaboraba para dicho periódico, Bosch escribió jengibre. Se lo corregí, sustituyéndolo por jenjibre. Me dijo con mucha seguridad que yo estaba equivocado, pero le mostré que así estaba registrado en la página 768 de la entonces más reciente edición (1970) del Diccionario de la RAE. Sin embargo, en la de 1984, los académicos de la lengua volvieron a escribirla con J y G en vez de J y J. Y así sigue hasta hoy.

Aprovecho para decir que, a pesar de continuar llamándose Diccionario de la RAE, ya no es exclusivo de esta, pues luego de formarse la Asociación de Academias de la Lengua Española, las mismas ganaron más espacio decisional, y las palabras aprobadas son resultado del acuerdo entre estas y la RAE.

Juan Bosch. 1

En torno a encabritar

Exploremos ahora el significado atribuido al vocablo encabritar.

Aclaro que tengo gran respeto por el Diccionario RAE, que es la mayor autoridad en cuanto a las definiciones de palabras en nuestra lengua castellana. Estos señalamientos son solo una invitación a reflexionar y dialogar sobre esos tópicos.

En la página 520 de la misma edición del Diccionario de 1970, define encabritar: “Hacer que un caballo se empine, afirmándose sobre los pies y levantando las manos”. Se lo dije a mi amigo intelectual y poeta Dr. Antonio Fernández Spencer, quien era entonces miembro de la Academia Dominicana de la Lengua Española. Me discutió que no podía ser, pero buscamos el diccionario y pudo comprobarlo.

El Dr. Fernández Spencer, convencido de la realidad de que los caballos tienen cuatro patas, y no dos manos y dos pies, me prometió que pediría a la Academia Dominicana de la Lengua someter una propuesta para cambiar esa definición. Él murió unos años después, y no sé si llegó hacer la petición, pero en la actual versión electrónica del Diccionario (2022) continúa igual.

Sobre el vocablo trote

Por si lo anterior fuera poco, en la versión electrónica del Diccionario RAE de este año, su definición de la palabra trote se refiere otra vez a las patas de los caballos como manos y pies. Y cito: “. m. Modo de caminar acelerado, natural a todas las caballerías, que consiste en avanzar saltando, con apoyo alterno en cada bípedo diagonal, es decir, en cada conjunto de mano y pie contrapuestos”.

Escudo de la Real Academia de la Lengua 1

Sugerencias a las Academias de la Lengua Castellana

Los miembros de número de la Academia Dominicana de la Lengua se reúnen sistemáticamente a analizar el castellano dominicano y ofrecer sus orientaciones en búsqueda de recomendarnos la mejor manera de hablar y escribir. Debido a que mi actual condición es solo la de miembro correspondiente, no participo de dichos encuentros tan valiosos.

Me parece que esto debe ser corregido. Por ello, sugiero a los miembros de número de la Academia Dominicana de la Lengua que propongan a la RAE mejorar el significado de las palabras encabritar y trote, de modo que a animales como caballos, perros, etc. no se les atribuya tener pies y manos sino patas. Pues la condición de pies y manos deben reservarse para nombrar las extremidades que cumplan con la definición que de esos vocablos nos ofrece el mismo Diccionario. Máxime si aludimos a aquellos cuyas patas no tienen dedos, sino pezuñas.

Copio algunas acepciones de la palabra mano en el Diccionario de la RAE, las cuales, a mi juicio, deben ser mejoradas:

 Del lat. manus.

  1. f. Parte del cuerpo humano unida a la extremidad del antebrazo y que comprende 

desde la muñeca inclusive hasta la punta de los dedos.

2. f. En algunos animales, extremidad cuyo dedo pulgar puede oponerse a los otros.

3. f. En los animales cuadrúpedos, cualquiera de los dos pies delanteros.

4. f. En las reses de carnicería, cualquiera de los cuatro pies o extremos después de 

cortados.

5. f. Tipo de extremidad par cuyo esqueleto está dispuesto siempre de la misma manera, 

terminado generalmente en cinco dedos, y que constituye el llamado quiridio, 

característico de los vertebrados tetrápodos”.

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