ARTURO MARTÍNEZ MOYA
Con razón la sociedad está doblemente resentida con el Presidente Fernández y el PLD, por los nuevos impuestos que trata de cobrar a personas y empresas y por las justificaciones que son todas mentiras. El Presidente se ha llegado a creer erróneamente que puede manipular a la mayoría de los dominicanos todo el tiempo, seguir persuadiendo con la conocida oratoria, diciendo una cosa y sin sonrojarse hacer lo contrario, parece no darse cuenta de que hace rato perdió la magia, que le pasó por encima el instante cuando le dejó de funcionar, para el pueblo cuando habló de un crecimiento y de una bonanza inexistentes, me refiero a la economía de los últimos dos años. En el 2005 y el 2006, los consumidores sintieron lo contrario a lo que se quiso vender a través de la propaganda millonaria, como la realidad finalmente habla ahí está el aumento en el desempleo principalmente en las zonas francas (se han perdido más de 60 mil puestos de trabajo) y en los pequeños y medianos negocios registrados y no registrados, también la contracción de la economía subterrada principalmente, por cierto la más importante, la más ponderosa, por eso el descontento generalizado con las ejecutorias del gobierno.

El asenso general es que el Presidente Fernández repitió y creó varias mentiras, véamos sólo algunas. 1. Que fueron magnífico los encuentros con empresarios y que se alimentó de nuevas ideas. El país entero sabe que los empresarios le sugirieron someterse a un estricto programa de austeridad, que se debía congelar el gasto público al nivel del 2006 y la respuesta del Presidente (que ha sido comentada por empresarios presentes) fue que los nuevos impuestos iban como quiera, que se iba imponer en el Congreso Nacional, para eso el PLD tenía mayoría absoluta; 2. Dijo que la tercera reforma tributaria es el resultado del consenso con empresarios, incluso dió gracias a Dios porque sucedió de esa manera. Pero resulta que los empresarios de inmediato le enmendaron la plana, salvo uno que otro que particularmente salieron beneficiados, por gestiones que hicieron para que  sus productos (importados ó no) estén exentos ó reducidos de impuestos, la gran mayoría reiteran que se oponen a más impuestos, que la reforma es innecesaria, que el gobierno puede manejarse sin problemas en el 2007 si se disciplina; 3. Con bombos y platillos, y como una conquista popular, anunció al país que excluído del pago de ITBIS el servicio de transporte de carga. Sin embargo, al día siguiente envió al Congreso Nacional el proyecto de ley exigiendo el pago de un 16%.

Otras mentiras: 4. Que para el 2007 se necesitan RD$37 mil millones para cubrir el déficit estimado entre ingresos y egresos, que es necesario más impuestos para evitar repetir la crisis que tuvo la economía en el 2003 y 2004. Los consumidores y productores dominicanos, los Organismos Internacionales, incluído el FMI, las representaciones diplomáticas en República Dominicana, el Tesoro de los Estados Unidos, los Rusos, los Chinos, el planeta tierra, saben muy bien que la crisis fue el resultado de quiebras bancarias, que lo dicho por el Presidente de la República sólo lo cree él y el PLD, claro por politiquería que por cierto está pasada de tiempo; 5. Que no estaba proponiendo aumentos de impuestos para afectar el consumo prioritario de la población más frágil de la sociedad, que los impuestos gravarían a los ricos. Pero resulta que de manera particular los muy pobres, pobres y la clase media, serán los sectores que con más contundencia sentirán el impacto de los nuevos impuestos, los que reducirán sensiblemente sus economías por la elevación de precios con motivo del pago de ITIBIS de 16% por el transporte de la carga, por el impuesto adicional de 5 pesos al galón combustibles, el aumento de impuesto de 13 a 16% a la importación de combustibles, el impuesto selectivo de 20% al precio al por menor de las bebidas alcohólicas y de 50% a los cigarillos. Y como si fuera poco, serán golpeados con el impuesto de 16% a los seguros en lugar de ITBIS, porque está claro que las compañías no tendrán otro camino que asumir el impuesto como parte de sus costos, como no podrán descontarlo lo transferirán a la prima que pagan los negocios y éstos a su véz a los precios de los productos que compran los muy pobres, pobres y clase media del país. La economía popular se resentirá también con el aumento del pasaje por efecto del alza de los combustibles y del impuesto a la renovación de placas ó derecho de circulación.

Continuó con las mentiras en un discurso de treinta minutos: 6. Que el gobierno aspira (esa fue la palabra que usó, de modo que no nunca quiso hacer un verdadero compromiso) economizar RD$17 mil 500 millones, reduciéndo el gasto público. Resulta que la reducción de sueldos a  funcionarios, la limitación a cinco personas las misiones al exterior, la reglamentación del uso de celulares, gastos de representación y dietas, si se llegara a reducir en 50% (lo que es improbable) el total no llegaría a RD$4 mil millones, y en cuanto a la publicidad, los servicios básicos, materiales y suministros, servicios de comunicaciones, transferencias, el mismo Presidente lo estimó en RD$4 mil 142 millones. Como deja a la discresionalidad de los Secretarios de Estado la aplicación de las medidas, el pueblo adelantó que ninguna economía deberá esperarse en un año pre-electoral, así que se trata de otra mentira.

Cuando en pocos espacios se dicen muchas mentiras de alguna manera se deja entrever la verdad, fue lo que sucedió cuando el Presidente dijo que estima en RD$209 mil 777 los ingresos tributarios del 2007 y en RD$180 mil millones los del 2006, de modo que con los impuestos procura RD$29 mil millones, que sumados a los RD$4 mil 142 millones que de manera específica dijo ahorrará y a los que recaudará adicionalmente la DGII por la puesta en marcha de los nuevos mecanismos y por el crecimiento de la economía, fácilmente superará los RD$35 mil millones estimado como déficit fiscal para el 2007. Es decir, con los impuestos busca RD$29 mil millones y no RD$17 mil 500 millones, ahí se tiene otra mentira, el Presidente se delató él mismo. 

Frente al consumidor y productor se mostró agotado en su capacidad creativa para manipular, engañar, para vender falsas esperanzas, no obstante los gastos enormes en publicidad y propaganda, lo demuestra el hecho de que no evitó el contundente e inmediato rechazo de que fue objeto su pretensión de aumentar la carga impositiva a los muy pobres, pobres y a la clase media, para financiar el evidente despilfarro público que ha exhibido en sus ejecutorias. Para finalizar su período dentro de un aceptable ambiente social, el Presidente tiene que cambiar su estrategia de acudir a las mentiras, debe entender que rápidamente será desmentido con base cuando manipule cifras para engañar, no debería olvidar ni por un instante que también fuera del gobierno hay expertos con experiencia que manejan cifras que proceden del ámbito oficial, que cuando son expuestas al público evitan engaños ó por lo menos denuncian la intención. Es evidente que se trata de un problema para la reelección, mientras el Presidente Fernández y el PLD pretenden seguir financiando con nuevos impuestos la fiesta particular que tienen con los recursos públicos, el auge del gasto corriente y las inversiones innecesarias como la del metro, la burbuja oficial, por otro lado la producción y el empleo se resienten, precisamente porque los consumidores pierdan capacidad para gastar. Los precios pueden permanecer estable, es un asunto de manejo de la política monetaria y nada más, pero para el consumidor y el productor la estabilidad ya no es suficiente, el problema es el nivel en que se encuentran dichos precios, ahora mismo están fuera del alcance de la inmensa mayoría de los dominicanos. Comenzando el més de enero del 2007, y con motivo de los nuevos impuestos, los nuevos niveles de precios de los productos básicos conformarán un panorama tétrico para los muy pobres, pobres y para la clase media del país.

El gobierno y el PLD pueden imponer los nuevos impuestos, de hecho será así, en el Congreso Nacional nada se discutirá, nada se cambiará, ir allí y perder el tiempo serán la misma cosa, para eso se buscaron la mayoría, pero deben tener la seguridad de que individuos y empresas, como en toda parte del mundo, y eso está registrado en la literatura económica por economistas de renombre internacional que así lo han pensado, demostrado y lo han escrito como tesis, se resistirán y encontrarán forma de evitar el pago, porque serán impuestos abusivos, y conocido es que nadie está obligado a lo imposible. Lo que quiero decir es que en lugar de reducirse, como dijo el Presidente, aumentará la tendencia a ocultar ingresos, a presentar estados contables con datos falsos, las pérdidas reales y las ficticias aumentarán, eso no lo evita nadie por muy bueno que sea cobrando sin importar la multiplicación de reglamentos. La tesis en la literatura económica, que se aplica perfectamente a nuestro caso, es que al final el consumidor agradece el comportamiento, evita el desplome total de su economía, también de la  inversión privada y del trabajo, y que la inseguridad ciudadana llegue a un nivel que haga inevitable las exigencias sociales.