¿Es el nacionalismo el amor propio de los países?

¿Es el nacionalismo el amor propio de los países?

Hace unos días vi un vídeo de Alexandria Ocasio, congresista estadounidense, en el que hablaba del amor propio.

La idea original del video, organizado por la conocida revista Vogue, era que ella diera sus “trucos” de belleza y sí que los dio.

En el video hablaba de la importancia del auto-reconocimiento, incluso dijo que amarse a uno mismo en estos tiempos en que todos quieren imponerte una forma de ser es una acto de rebeldía.

Confieso que me encantaron sus palabras. Primero porque contrario a lo que quizás muchos puedan pensar, ese también es un tema importante para un político, pero además porque comparto su criterio.

Aunque, como suelo hacer, me quedé pensando en el concepto de amor propio y esa asociación con políticos y política y no pude evitar preguntarme: ¿ejercemos el amor propio como país?

Si el amor propio es equivalente a una sana valoración de lo que somos y el narcisismo una valoración excesiva si aplicamos estos conceptos a un país, ¿cómo sería? ¿Sería el nacionalismo realmente una especie de “amor propio”?

A ver, los nacionalistas tienden a alegar que sienten un amor profundo por su nación y que en nombre de ese amor tienen el deber de defenderla. Esta defensa generalmente suele ser frente a personas de otras nacionalidades y, hay que decirlo, países más pobres. Resulta que hay un concepto interesante para traer a colación y es el narcisismo colectivo.

Esto se manifiesta cuando alguien exhibe una creencia exagerada en la superioridad del grupo al que pertenece, ya sea una pandilla, religión o nación, pero en el fondo se siente inseguro acerca del prestigio de su grupo, y por lo tanto anhela el reconocimiento de otros.
Lo que significa que el narcisismo colectivo vendría a ser como una especie de antítesis de lo que es el nacionalismo que se basa en el orgullo de ser parte de una nación y en la seguridad que esta aporta.

En nuestro país se suele asumir el nacionalismo frente a Haití o cuando alguien de otro país opina sobre nosotros negativamente. Sin embargo, a veces pareciera que esto responde más a la inseguridad que tenemos sobre nuestro propio desarrollo, a la fragilidad de nuestras instituciones y el miedo que esto nos da a un amor por el país.
Si el amor propio es ese “que una persona se profesa a sí misma” y básicamente todos los artículos coinciden en que sin amor propio no puede existir estabilidad emocional porque “nadie puede dar lo que no tiene”. Y suele estar vinculado a valores como respeto, aceptación, límites sanos, derechos y deberes… y asumimos que el amor propio aplicado a un país sería el nacionalismo ¿no debería el nacionalismo manifestarse en cuidados y formas de hacer crecer la nación?
Sin dudas el tema es interesante y da para muchos artículos y quedan muchas preguntas… ¿Es el nacionalismo el amor propio de los países? ¿Hemos desvirtuado el nacionalismo en una especie de narcisismo colectivo?
Seguiré investigando.

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