¿Es esta la Sociedad de la Información que soñamos hace 20 años?

¿Es esta la Sociedad de la Información que soñamos hace 20 años?

Estamos atrapados en lo que pensamos que sería la Sociedad de la Información y el Conocimiento, aquella para la que tanto se ha luchado y ahora, justo a los 160 años que se fundara la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), organismo que pertenece a la Organización de Naciones Unidas (ONU), el 17 de mayo del 1865, con la finalidad de expandir el Telégrafo a nivel mundial, aprovechamos el marco histórico para hacer una serie de reflexiones.

En el año1969 se crea el Día Internacional de las Telecomunicaciones, escogiendo el 17 de mayo por ser la fecha en la que se fundó la UIT. Luego en el 2005 se le incluye la Sociedad de la Información y el Conocimiento, quedando finalmente como el Día Internacional de las Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, aunque en varios países también se celebra como el Día del Internet.

Es en la primera década de este nuevo siglo que se identifica la problemática de la Brecha Digital; ese espacio de separación entre aquellas personas que, gracias a las computadoras y al internet, pueden acceder a información que se deriva en conocimiento, generando en ellos/as más oportunidad de empleo y desarrollo, y quienes no tienen tal acceso. Dicha brecha marcaba entonces una amplia y desproporcionada desigualdad a pesar de que el servicio de conexión  a internet en los hogares dominicanos y de otros países venía desde finales de la década del 1990, sólo una parte de la población podía contratarlo, paradigma que cambió drásticamente con la proliferación del internet móvil mediante conexión con tecnología 3G.

Respecto al equipamiento: los celulares BlackBerry en el  años 2002, a pesar de no haber sido los primeros con conexión a internet, marcaron la diferencia porque permitían acceso práctico al correo electrónico y mensajería segura entre quienes portaban el mismo equipo, por lo cual, se enfocaba más en comunicación corporativa

Pero es innegable, que aunque marcas como Nokia, Motorola y Ericksson ofrecían celulares con telefonía y un limitado acceso a internet que permitía correo electrónico y navegación lenta por Sitios Web, la salida del iPhone en 2007 jugó un antes y un después, no solo en el alcance de los teléfonos celulares con la integración del internet, pantalla táctil, música, cámara de fotos, mejor acceso al correo electrónico, mapas, entre otros, si no, en el cierre de la tan fastidiosa y desigual Brecha Digital.

La salida al mercado de este dispositivo desencadenó que surgieran más productos competitivos, y que se ampliara la manera de acceder a Internet, revolución que siguió con la introducción del iPad en el 2010 y de ahí la proliferación de más tabletas de diferentes marcas, precios y tamaños.

Al mismo tiempo, las computadoras portátiles iban evolucionando, con tamaños más prácticos, precios más asequibles y peso más ligero, pero ya la variedad de dispositivos les quitó la exclusividad de ser la única vía rápida de navegación por internet.

Aún así, la UIT declara que al día de hoy existen 2.6 billones de personas en el mundo sin acceso a internet, es decir, que la Brecha Digital no se ha cerrado a nivel mundial.

Mientras tenemos personas marginadas, al mismo tiempo que las bondades de la tecnología ayuda en campos como la salud, el transporte, la seguridad, la búsqueda de energía renovable, etc. Tenemos otros problemas: desde la obscena cantidad de desechos tecnológicos acumulados, hasta descubrir que la tan anhelada Sociedad de la Información y Conocimiento está sumergida en una adicción a las redes sociales, a exceso de mensajería, falta de concentración y con evidencias de descenso del nivel intelectual, más común entre personas menores de 30 años, según algunos estudios de diferentes universidades en Noruega, Paris, California, entre otros. Aunque hay quienes atribuyen esto al desarrollo de nuevas habilidades adaptadas a estos nuevos tiempos.

Cada día es más común observar cómo el nivel de concentración, hasta en conversaciones familiares y entre amigos, es interrumpido constantemente por conectarse a las redes o aplicaciones de mensajería, lo cual, veo en personas de diferentes edades, incluyendo mayores de 50 años.

Desde jóvenes estudiantes o profesionales, hasta personal de trabajos domésticos, bajan rendimiento en sus labores por estar pegados todo el tiempo al celular o tableta en temas triviales. Del mismo modo, la  Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre que el 80% de adolescentes no duerme suficiente, afectando su desarrollo cognitivo y aumentando el sedentarismo.

La Sociedad de la Información, se está convirtiendo en la Sociedad del Entretenimiento. Los temas controversiales son los únicos que captan interés, muchos de ellos creados a propósito manipulando la conversación, dirigiendo así la atención de la gente según conveniencias políticas, sociales y gubernamentales.

En este afán por vivir con la adrenalina en alta todo el tiempo, ya sea por burla, por indignación, por discursos de odio o por peleas constantes ante el tema del momento, siempre hay quien saque ventaja.

Aquellas redes sociales que creímos que nos iba a mantener cerca de nuestros amigos y familiares, en realidad nos aleja, porque la información que nos presentan de manera aleatoria está basada en aquello que los algoritmos entienden tener un interés común contigo, hasta hacerte olvidar que hace meses o años que no te topas con lo que publicó tu amiga de la infancia, tu vecina, tu primo, tu hermano, tu sobrina, etc. que recibirías con agrado porque se trata de alguien a quien le tienes afecto real.

Alejarse de las redes sociales por unas horas prudentes en el día, es una disciplina que hemos tenido que desarrollar, como cuando nos ponemos a dieta, es decir, puede llegar a ser hasta un esfuerzo por consciencia en muchos casos.

En mi experiencia, luego de que me involucré por tantos años en temas dirigidos al cierre de la Brecha Digital, que celebré cada avance tecnológico, cada proyecto de inserción, cada taller que impartí a personas que no contaban con alfabetización digital, correo electrónico y hasta animar a que abrieran los famosos Blogs para escribir sus experiencias, como también a promover un Internet Sano y Seguro para niños, niñas y adolescentes, sobre todo, en contra de la pornografía infantil, lo que observo de la sociedad de hoy, es muy distante a lo que esperábamos hace 20 años.

Las argumentaciones, los temas que copan el ambiente, son cada vez más retorcidos. La sociedad informada está paradójicamente muy desinformada, llegando a un punto donde la veracidad dejó de tener sentido para mucha gente.

Así como con el Internet se ha democratizado la música, el periodismo, el cine, la televisión, el alcance de la libre expresión, al mismo tiempo, la tecnología que nos ofrece soluciones, también nos demanda mucho: estar disponibles en el trabajo todo el tiempo por mensajería y correos electrónicos, necesitar cargadores, cables, extensiones, aplicaciones móviles para cada cosa, actualizaciones, menos servicios personalizados en aeropuertos, bancos, citas médicas, métodos de pagos, solicitudes de documentaciones, etc. Demandando más de nuestro tiempo y dejando marginadas a personas envejecientes.

Cada nuevo avance como humanidad, hoy se ve manchado y alejado de su propósito inicial. El consumismo, el lujo en exceso, la violencia económica y la desigualdad crece. Ojalá venga un nuevo Renacimiento de las artes, del amor a la tranquilidad, del conocimiento y la construcción de un nuevo estado de bienestar basado en la armonía con el planeta y en conformidad con nuestras necesidades reales y no las inventadas para entramparnos en una nueva esclavitud.

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