Es hora de limpiar la casa

Es hora de limpiar la casa

El hecho de que un número abrumador de miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional  se hayan visto involucrados en crímenes y delitos graves, solo es posible cuando, por omisión o comisión, los organismos de supervisión e inteligencia dejan hacer y pasar conductas que violentan los reglamentos de  esas instituciones. Ahora, la detección de numerosos casos de este tipo parece indicar que los mandos se han convencido de los riesgos que corremos como nación si continuáramos por esos derroteros. La voluntad política, según parece, ha sido puesta en la dirección correcta para una verdadera limpieza.

Es escandaloso que un cabo y un raso del Ejército Nacional, adscritos al Comando  Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA) hayan sido  sorprendidos trasegando cocaína, y que un segundo teniente de la Policía Nacional, uniformado, haya usado su arma para asaltar a un comerciante. Ya antes hemos visto otros casos escandalosos de militares y policías vinculados al crimen. Y no es que ahora haya más casos de estos que antes, sino que, por fin,  se ha decidido ponerle fin al estado de comisión, omisión o contubernio que alimentó toda esta descomposición. La sociedad  necesita que las cuotas de autoridad queden exclusivamente en manos de los hombres y mujeres de moral intachable  que siguen siendo mayoría en nuestras Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Cuestión de responsabilidad

El Senado de la República, reiteradamente, asumió el compromiso de identificar fuentes de ingresos que permitieran cubrir un alza salarial para los médicos. No logró ese propósito o no se esforzó lo suficiente por lograrlo. El hecho es que esa circunstancia nos coloca nuevamente ante las perspectivas de trastornos en los servicios hospitalarios por jornadas de lucha de los médicos, que comienzan hoy con un paro por 24 horas.

Es probable que la inflexibilidd de los médicos en la proporción del aumento aspirada dejara sin argumentos al Senado para gravar algunos renglones de la economía. Sin embargo, este organismo no debió desentenderse del compromiso asumido, pues siempre le fue posible lograr convencer a los médicos para que flexibilizaran su posición, a cambio de seguir buscando fuentes de recursos. Parece que hay en este asunto un poco de abandono de responsabilidades de parte y parte.

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