A pesar de ser una joven-veterana y haber sido parte del equipo que ganó medalla de oro en los pasados Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, Priscila Rivera entiende que es hora que el país vuelta a colgarse una presea dorada y eso podría pasar en Toronto, Canadá el mes que viene. Los Panam serán del 10 al 26 de julio.

Rivera, quien está en el equipo grande desde los 14, afirma que el conjunto tiene todas las herramientas para regresar victorioso de la justa Continental.

“Hemos tenido algunas lesiones, pero estas van mejorando y cuando llegue el torneo de Toronto, pudieranos aglutinar un conjunto fuerte”, precisa.

Subraya que todo el pueblo dominicano y muchos países conocen lo aguerrida que son las “Reinas del Caribe”, ya que nunca nos damos por vencidas”.

Están entrenando. Manifiesta que el conjunto ya comenzó a entrenar luego de participar en la Copa Panamericana de Perú donde lograron la clasificación para el Grand Prix del año que viene y la medalla de plata.

“Las lesiones nos afectaron mucho en Perú, pero a pesar de eso llegamos a la final”, opina Rivera.

Un dulce oro. Rivera dice que todavía el pueblo tiene en su mente aquel momento en que el equipo nacional femenino venció en cinco sets al fuerte combinado de Cuba para conquistar su primera medalla de oro en unos Juegos Panamericanos en femenino. Rivera, Annerys Valdez y Rosalin Angeles son las únicas atletas activas en el seleccionado que estuvieron en los pasados Juegos Panam 2003.

“Creo que es tiempo de que la fanaticada celebre otra medalla de oro y para eso vamos a trabajar sin descanso”, recalca.

Buen talento. Sostiene que el conjunto nacional tiene jugadoras jóvenes con mucho talento que se están desarrollando en los diferentes torneos internacionales y en las categorías menores.

“La República Dominicana ha demostrado que viene forjando buenos talentos que darán mucho de qué hablar en el futuro”, dice.

Una chiquilla. Con una sonrisa a flor de labios, Rivera, nativa del sector de Villa Consuelo, narra que entró al equipo de mayores cuando tenía entre 13 y 14 años, bajo la conducción del cubano, Jorge Pérez Vento, por allá por el 1998.

Sus inicios. Recuerda Priscila que dio sus primeros pasos en el el voleibol en el colegio San Pedro Apostol cuando una amiguita la invitó a jugar y le fascinó el equipo.

Como paradoja de la vida, pocas semanas después, el dirigente decidió dejar en el conjunto a Priscila y ésta le ganó el puesto a su amiga en el sexteto, cuenta con ingenuidad, ya que ella no tuvo la culpa.

En los torneos Distritales. Afirma que tiene buenos recuerdos de sus inicios en los Torneos Superiores del Distrito que se hacían en los 80 y los 90 en el Pabellón.

“ Con el club de Los Prados fui Novata del Año en el año 2000”, expone con alegría. Exclama que ahí pudo demostrar que tenía las herramientas para pulirse en la selección nacional.

Con la Selección Nacional.

Indica que en las categorías menores, a penas fue a un Campeonato Mundial en las categorías de infantil y juvenil, ya que fue requerida para la Selección Nacional por el entonces entrenador cubano, Jorge Pérez Vento en l998.

“Estaba muy emocionada porque con apenas 14 años, ya que estaba vistiendo la franela nacional en la Superior, aunque seguía en las categorías menores”, subraya.

Sus técnicos. Dice que ha tenido muchos entrenadores en el seleccionado nacional y logró aprender muchas cosas de cada uno de ellos.

“A Pérez Vento le agradezco muchísimo, me enseñó mucho en el juego”, narra. Expone lo mismo de Jorge Garbey, del fenecido Miguel Beato Cruz y ahora con Marcos Kweik.

“Tanto Pérez Vento, Garbey y Miguelo tuvieron su librito de actuar, lo mismo que ahora con Marcos”, insiste Priscila Rivera.

Ama el voleibol. Opina que si volvería a nacer, tomaría el voleibol como su profesión, ya que en ella lo ha conseguido todo.

“Inicié en el voleibol como un hobbie, pero luego cuando el tiempo iba avanzando, entonces la cosa comenzó a cambiar?, recalca.

Y abunda: “He conocido mucha gente buena en muchos países, al igual que tengo excelentes relaciones con todas su compañeras, en todas las etapas que ha vivido en los conjuntos nacionales”, narra Rivera al ser entrevistada por reporteros de HOY.

Dos Juegos Olímpicos. Priscila Rivera reafirma que haber participado en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y Londres 2012 es lo más grande que le ha pasado como atleta.

“Las olimpiadas es lo máximo en el deporte mundial y he ido dos veces, no me cambio por nadie”, dice con amplia sonrisa. Y agrega: “Esos dos juegos me han marcado mi vida”, insiste. Indica que representar su patria la emociona y eso no tiene precio. “Así lo siente mi corazón”, agrega.