POR UBALDO GUZMAN M.
El Plan Nacional de Salud (2006-2015) debe ser asumido por la sociedad y los partidos políticos, para que no sea de un Presidente determinado, planteó ayer el coordinador de la Comisión Ejecutiva para la Reforma del Sector Salud (CERSS).
El doctor Gustavo Rojas Lara dijo que el plan de salud fue lanzado en noviembre, pero que ahora se encuentra en proceso de airearse con los municipios, la prensa y los partidos, a fin de que todo el mundo participe en su construcción.
Explicó que luego de ese proceso, el Plan Nacional de Educación debe ser asumido por el país, para lo cual se han hecho centenares de encuentros, al igual que la reforma constitucional.
Manifestó que eso se hace con la finalidad de que nadie diga que es un Plan Decenal de Salud de Bautista Rojas Gómez o del presidente Leonel Fernández, sino del país.
Indicó que ese plan debe ser asumido independientemente de quien ocupe el Poder Ejecutivo en el 2008. Dijo que la CERSS apoya a la Secretaría de Salud Pública en la creación de ese plan.
Recordó que se tomó el plan presentado por el doctor José Rodríguez Soldevila, ex secretario de Salud Pública en el gobierno de Hipólio Mejía, el 12 de agosto del 2004, cuatro días antes de acabar su mandato.
Indicó que el plan de Solvedilla tenía muchas cosas buenas, pero con una gran debilidad, que, a su juicio, no fue socializado, ni aceptado.
Dijo que al igual que el Plan Decenal de Educación del decenio del 90, que fue muy exitoso, la CERSS junto al secretario de Salud Pública y otras instituciones, incluyendo el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), trabajan en el plan de salud.
Agregó que el Plan Nacional de Salud no cambia todo lo que el país ha apostado hacia la seguridad social, porque forma parte del mismo. Rojas Lara manifestó que los países subdesarrollados, como la República Dominicana, son más innovadores a la hora de crear políticas públicas, pero que son inestables en su aplicación.
Expresó que el país no tiene políticas públicas claras y sostenidas en el tiempo. Señaló que el país no tiene ni clase gobernante, ni instituciones sólidas, ni políticas claras.
Manifestó cuando el país tenga políticas de salud claras podrá salir del subdesarrollo y cuando se tenga una carrera sanitaria y los funcionarios no dependan de una tendencia o de un partido político.
Puso como ejemplo que cuando un médico pasa a ser director de hospital fue que ganó en un concurso meritocrático, bien pagado, pero con una serie de compromisos que debe cumplir.
Expresó que entrar al sistema de salud público es difícil, pero “sacarte es imposible, porque el sistema nuestro siempre ha premiado a la ineficiencia e ineficacia”.
“Entonces por eso vemos que ha sido un sistema ineficaz a través del tiempo”, añadió.
Indicó que el funcionario del sector salud debe de tener la seguridad y la garantía de que si se produce un cambio de gobierno permanezca en su puesto, pero que si no cumple con los deberes “es para fuera que va, independientemente que sea de apellido Fernández, Mejía, Vargas o Balaguer”.
Sostuvo que el país no tiene instituciones sólidas, ni clase gobernante, ni programas claros ni definidos.
Indicó que ese plan permitirá en diez o quince años avanzar en el campo de la salud y puso como ejemplo los países de Chile y España. Señaló que este último país en 1978 hizo el Pacto de la Moncloa y se pusieron de acuerdo.
Expresó que Chile desde 1979, gobernando por el dictador Augusto Pinochet, comenzó un proceso de reformas de salud.