Es la hora de relacionarse con Hugo
EEUU no debe exagerar la influencia de Chávez

<p>Es la hora de relacionarse con Hugo<br/><strong>EEUU no debe exagerar la influencia de Chávez</strong></p>

Comentario Editorial
A primera vista, la decisiva victoria electoral de Hugo Chávez en las elecciones del domingo en Venezuela y su promesa de radicalizar lo que él llama “el socialismo del siglo XXI” pudiera parecer un problema para los políticos de Washington.

Después de todo, las salidas del líder venezolano al hacer amistad con los enemigos de Estados Unidos e inmiscuirse en las elecciones de América Latina que durante los últimos meses han demostrado que tiene influencia en los países más pequeños y económicamente más vulnerables de la región.

Sus aliados firmes están instalados ahora en Bolivia, Ecuador y Nicaragua, que junto a Cuba, es probable que formen parte del eje anti-EEUU que Chávez aspira liderar.

Sin embargo, es importante no exagerar la influencia del líder venezolano. La ronda de elecciones de este año también ha destacado los límites del alcance de Chávez. Candidatos moderados deseosos de trabajar con Washington ganaron los comicios en cinco de los seis países importantes. En dos de ellos, Perú y México, la percepción de asociación con el chavismo contribuyó a la derrota de los izquierdistas. Y en casa, el líder reelegido enfrenta obstáculos significativos, mientras se dispone a radicalizar. Es verdad que el aumento en seis veces del precio del petróleo ha transformado la economía de Venezuela en los ocho años desde que Chávez fue elegido, lo que le ha permitido al gobierno gastar profusamente en programas sociales y engordar considerables reservas financieras.

Sin embargo, la economía venezolana en rápido crecimiento no está generando empleos suficientes ni produciendo productos suficientes. Un auge en la liquidez y el crédito están añadiendo presión inflacionaria.

Los sondeos de opinión, que pronosticaron el resultado de las elecciones y demostraron la popularidad de los programas de salud y educación, también mostraron que los partidarios del gobierno se preocupan por el alcance de la corrupción y el crimen.

Y también hay señales de que Chávez pudiera enfrentar oposición dentro de sus propias filas si presiona a favor de una reforma constitucional que le permitiera postularse una vez más para el cargo, y mantenerse en el poder hasta la próxima década y más allá.

Chávez también enfrenta ahora una oposición más eficaz. A juzgar por la forma digna en que Manuel Rosales, el candidato derrotado, aceptó el revés la noche del domingo, él comprende que la edificación de una alternativa viable es un proceso a largo plazo.

Es mejor entonces que EEUU y sus amigos hemisféricos cesen los ataques retóricos contra Chávez que le vienen tan bien como agua para su molino. Después de parecer como participante en el fallido golpe de 2002 contra el gobierno electo, Washington tiene terreno que recuperar. Debería continuar su enfoque reciente más pragmático, relacionándose con Venezuela en áreas como el petróleo, la política energética y la seguridad de las fronteras.

Nada de esto será fácil, pero le pasará el asunto a Chávez, para que traiga más prosperidad a su pueblo y le haga más difícil ocultarse detrás de la cortina de humo de su retórica nacionalista.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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