El Senado declaró de urgencia y convirtió ayer en ley, al aprobarlo en dos sesiones consecutivas, el proyecto que extiende por 90 días el plazo previsto en el artículo seis, párrafo I de la ley 169-14, sobre naturalización, que establece un régimen especial para personas nacidas en el territorio nacional que fueron inscritas de forma irregular en el Registro Civil.

La pieza fue convertida en ley en razón de que fue acogida sin enmiendas la versión aprobada en la víspera por la Cámara de Diputados. La iniciativa será remitida al Poder Ejecutivo para su promulgación u observación. La urgencia en su conocimiento fue solicitada por el senador Rafael Calderón, quien dijo que hasta la fecha solo se habían registrado unas 1,500 personas para naturalizarse.

Se opuso.  El único senador que agotó un turno para referirse al proyecto, original del Poder Ejecutivo, fue el senador Dionis Sánchez, de Pedernales, quien adelantó que no votaría por la pieza en razón de que la ampliación en 90 días del plazo se convierte en una puerta para que continúe el ingreso de cientos de ilegales haitianos en busca de regularizarse en el país. “No voy a votar por esa prórroga ni por la que venga”, significó Sánchez, tras señalar que esta situación no terminará bien porque “el propósito es que carguemos con esa responsabilidad”.

Rechaza sentencia CIDH. El Senado rechazó a unanimidad la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) del 28 de agosto “por violar la soberanía de la nación dominicana”.

La resolución aprobada al efecto por los 18 senadores presentes, exhorta a la comunidad y organismos internacionales “a respetar las regulaciones aplicables del Derecho Público Interno que definen, de manera precisa, quienes son o no son nuestros nacionales”.

El documento, original del senador Arístides Victoria, expresa que en su interpretación, la CIDH privilegia la adquisición de la nacionalidad por el derecho de suelo sobre el de sangre, sin tomar en cuenta lo preceptuado en la Constitución de Haíti, la que consigna que los hijos nacidos de haitianos en el exterior son haitianos, por lo que aquí no hay apátridas.