¿Es malo dar limosna?

¿Es malo dar limosna?

Desde hace tiempo tenía pendiente escribir sobre el dar o no dar limosnas a los mendigos de la calle.

Y es que cada vez que me piden limosnas, me acuerdo de lo leído en una ocasión por un comentario del hombre más rico del mundo Carlos Slim, el cual dijo que “la única manera de salir de la pobreza, no es con caridad sino con empleo”  y yo estoy más que de acuerdo con él.

¿Es malo dar limosna? No es que sea malo el dar limosna, pero como en todo las personas tienden a aprovecharse de las buenas intenciones de los demás y hasta usan niños o ancianos para hacer negocios. El promover este tipo de conductas es la causa de que haya tantos limosneros que no lo necesitan y que gracias a ellos nos sea casi imposible distinguir si es por necesidad o por negocio.

No se les debe dar dinero a los mendigos porque se vuelven dependientes y se van a conformar con la ayuda que reciben por el momento, pero no van a tratar de solucionar su problema para poder salir de la situación en que se encuentran, por lo tanto debemos enseñarles a que se ganen con su esfuerzo la ayuda que reciben, no hay que mal acostumbrarlos a obtener las cosas fáciles, sin sudor ni sacrifico, teniendo muchas veces los dos pies y las dos manos para buscárselas en un trabajo respetable. Y nos convencemos de esto cuando vemos a personas discapacitadas que son capaces de trabajar, aunque sea limpiando zapatos, lavando carros, recogiendo basura en un almacén, o haciendo lo que sea, pero trabajando, ganándose su dinero de manera justa y honorable. Entonces si ellos son capaces, ¿cómo va a ser que otros no puedan? Pero es que ese tipo de personas sí pueden trabajar, pero entienden que ganan más pidiendo limosna que  limpiando pisos o recogiendo basura, puesto que esto no es de ninguna manera un trabajo productivo para ellos.

Y lo peor de este tema es que, usualmente, la gente que pide limosna en las calles no la usa para mejorar su calidad de vida y mucho menos para invertir en algún negocio. La mayoría de las veces este dinero obtenido es usado para comprar drogas, alcohol, y otros juegos de azar, lo cual contribuye de alguna manera a financiar el crimen organizado. Estoy a favor de que se promulgue una ley, que rigurosamente prohíba los limosneros en nuestras calles, y que al incumplirla acarree consecuencias que verdaderamente se respeten y que favorezcan a la concienciación de la importancia de ganarse el dinero trabajando y que los niños estén en su escuela -como debe de ser-, no pidiendo en las calles, aplicándole multa a los padres de esos niños que mendigan. Esta sería una medida contra la mendicidad, que pudiera mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ganar la lucha contra “las mafias de la mendicidad”. En concreto, aquellas personas que apelen a la generosidad de sus ciudadanos podrían ser multados con una cantidad que les duela y a aquellos que pidan en actitud coactiva o de acoso podrían tener que pagar hasta el doble. Y sé que cobrar esa sanción será difícil, pero con ella se logrará dificultar la presencia de los mendigos en la calle.

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