Por: Adán Rafael De Camps Martínez
En los últimos días ha entrado en debate si existe la necesidad de una reforma fiscal, una que incluya la optimización del Estado y que busque mejorar los ingresos, ya que actualmente nuestro país se maneja con un presupuesto deficitario. La meta es no solo aumentar los ingresos, sino también tener cautela en cómo se gastan dichos ingresos. Por ejemplo, debido al endeudamiento del país, se gasta demasiado dinero en pagar los intereses de la deuda, impidiendo que se genere un superávit primario.
Tenemos ingresos de RD$584,922.31 miles de millones y gastos de RD$663,959.70 miles de millones. Realizando la operación ingresos-gastos, tenemos un déficit de RD$79,037.39 miles de millones. Las fuentes financieras ascienden a RD$130,937.87 miles de millones y las aplicaciones financieras a RD$55,227.77 miles de millones, según datos oficiales del Ministerio de Hacienda actualizados a finales de junio de 2024. La deuda pública (% del PIB) es del 44.9%, la deuda externa (% del PIB) es del 31.2%, y la deuda interna (% del PIB) es del 13.6%. Esto, como PIB nominal (en millones USD), sería USD$124,232.9.
Cabe destacar que estudios demuestran que los impuestos son importantes para la inversión y el crecimiento, pero también se ha demostrado que casi universalmente los aumentos de impuestos reducen el PIB. Si observamos la literatura, también se ha comprobado que los recortes del impuesto sobre la renta de las personas físicas aumentan el PIB real per cápita. En conclusión, cuando se reducen los tipos impositivos efectivos sobre el trabajo y la inversión, debería esperarse obtener más de cada uno de ellos. Para valorar la reforma fiscal venidera posible dependerá de su contenido.