El agroempresario Eric Rivero, miembro del Consejo Presidencial de Luis Abinader, afirmó que es necesario preparar un profundo proceso de reformas estructurales para modernizar y fortalecer la institucionalidad del Estado en materia agropecuaria y hacer más eficientes las políticas públicas, para que sean reales instrumentos de desarrollo.
Rivero dijo que eso incluye una reingeniería de las instituciones públicas del área agrícola, para lograr un sector agropecuario moderno.
En un documento enviado a los medios, Rivero cita 5 ejes prioritarios: 1) institucionalidad moderna y participativa para lograr la transformación del agro; 2) comercialización que permita recuperar la rentabilidad del campo; 3) política de incentivos para el desarrollo agropecuario; 4) política para desarrollar la agroindustrialización y la agricultura exportable, y 5) ampliación de los servicios públicos y la infraestructura rural.
Además, planteó la creación del Consejo Nacional de Desarrollo Agropecuario (Condesagro), que dijo dará cierto protagonismo privado en las decisiones públicas para fortalecer la alianza público-privada.
Rivero propone la transformación del Ministerio de Agricultura, que deberá llamarse Ministerio de Desarrollo Agropecuario, que “junto al Condesagro formulará y planificará las políticas agropecuarias, para descentralizar aspectos clave del desarrollo agropecuario (extensión y mecanización, etc) rebasando la visión de corto plazo y coyuntural para enrumbarse hacia una Estrategia Nacional de Desarrollo Agropecuario 2020-2030.
Como prioridades del primer eje, planteó que se necesita un marco general decenal de políticas públicas sectoriales, elaborado en conjunto por Desarrollo Agropecuario, la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios y Ministerio de Economía. Sobre el eje Desarrollo Agropecuario establecerá precios negociados con el comercio de productos alimentarios de consumo masivo anual.
En el eje sobre la política de incentivos, Rivero señaló que el sector deberá contar con incentivos semejantes a los que se otorgan a los sectores industrial, turístico y de zonas francas, “por su rol estratégico para la soberanía alimentaria, la generación de empleos, el control territorial y disminución de la pobreza. Para atenuar el impacto negativo de los costos de la energía, propuso una alianza con el Ministerio de Energía para identificar nuevas fuentes energéticas y establecer un incentivo a la energía eléctrica que consume el sector agropecuario.