Es necesario corregir rumbo

Es necesario corregir rumbo

Del presupuesto nacional para el presente año hay destinados RD$71,000 millones para cubrir servicios de deuda externa y otros RD$46,000 millones para cubrir los subsidios a la electricidad y el gas licuado de petróleo, así como atenuar el déficit fiscal.

Eso representa aproximadamente un 40% del presupuesto nacional para el presente año, y no se incluyen los subsidios a la harina de trigo y al gasoil. En particular, los subsidios son una carga que el Gobierno ha asumido por estimar que a través de los mismos beneficia a importantes segmentos de la población, pero hay que ver en qué medida también se perjudican programas esenciales en materia social.

La mayor parte del GLP subsidiado la consume un transporte obsoleto basado en automóviles, así como un  número creciente de vehículos de lujo. En el caso del gasoil se ha denunciado que habría desvíos y que en vez de llenar los tanques de autobuses y minibuses del transporte y camiones de carga, parte del carburante va a parar al mercado regular. Es probable que haya distorsiones en los subsidios a la harina de trigo y la electricidad. Sin embargo, tenemos un gran déficit en inversión para educación, que sin duda  es un renglón con influencia en las grandes mayorías nacionales y en la capacidad del país para lograr el progreso en todos los órdenes. Es evidente que hace falta corregir el rumbo.

 

Una coyuntura muy delicada

El mundo, y en particular los países no productores de petróleo, enfrenta hoy una coyuntura  de imprevisibles consecuencias. Las alzas del petróleo (US$109 por barril en las últimas horas) se suman a los aumentos en los precios de los alimentos. El alza del crudo eleva los costos y precios de los alimentos, y éstos, en particular cereales y granos, aumentan además por la fuerte demanda de la industria que los utiliza como materia prima para elaborar  alternativas para sustituir derivados del petróleo.

La delicadeza de la coyuntura radica en que el mundo moderno depende de manera casi absoluta de  energía y fuerza motriz obtenidas a través del petróleo y derivados. No hay alternativas inmediatas de sustitución y los países deben invertir en factura petrolera el dinero que utilizarían para desarrollar sustitutos. Ya se lesionan capítulos de inversión social por esta causa. La coyuntura es extremadamente delicada.

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