El vil asesinato la semana pasada de la joven ejecutiva bancaria Kaisha Patricia Requena Gru1lón revela los niveles de inseguridad, el incremento de la delincuencia juvenil y también la existencia de una ley, la 14-94 o Código de Protección al Menor, que además de proteger establece una virtual impunidad a los criminales juveniles.
La policía actuó con prontitud y en menos de tres días apresó a Deilin Oscar Pérez Paredes, de 21 años, y otro joven de 15 años cuyo nombre, identidad y rostro no podrá ser conocida por esta sociedad porque ese criminal gracias a su edad goza de una serie de prerrogativas contempladas en la Ley 14-94, la cual no toma en cuenta la gravedad del delito.
El art. 113 de la citada ley prohíbe la presentación de imágenes, fotografías o videos que permitan la identificación de los menores envueltos en una serie de circunstancias y el art. 237 es más específico cuando prohíbe publicar informaciones relativas a hechos que aparezcan niños, niñas y adolescentes como infractores o víctimas de crímenes o delitos….
El criminal juvenil responsable de cercenar la vida de una joven ejemplar y en pleno desarrollo de sus potencialidades será beneficiario de un tratamiento digno de miles de menores abusados, violados, expulsados de sus hogares, explotados sexualmente etc. y en adición gracias a ese mismo código recibirá una reeducación en un centro especializado y lo tendremos en dos años en nuestras calles repitiendo sus hazañas, poniendo en peligro la vida de ciudadanos y ciudadanas respetuosos de las leyes, consciente de la impunidad que el código le brinda.
El art. 208 de la Ley 14-94 en su acápite establece que el Juez o la Jueza correccional podrá ordenar el internamiento del niño, niña o adolescente que haya cumplido doce años, en un establecimiento especial de reeducación, por un lapso no mayor de dos (2) años e incluso si el Juez o la Jueza lo considera conveniente de acuerdo al art. 269 podría disponer el cumplimiento de la sanción sea en el propio hogar del criminal.
La promulgación de la Ley 14-94 significó un paso de avance en el país y la ratificación plena de la Convención Sobre los Derechos del Niño aprobado por las Naciones Unidas en 1989, pero muchos países sumados a la iniciativa o donde es un hecho la aplicación de leyes a favor de los derechos de los menores, como los Estados Unidos, los criminales menores de edad son juzgados como adultos y castigados como tales.
La pérdida de una vida útil, como la de Kaisha Patricia, debería servir al menos para movilizar esta sociedad para que convenzan a nuestros legisladores acerca de la necesidad de modificar la Ley 14-94 con la finalidad de que los criminales juveniles sean tratados y juzgados como adultos.