Usualmente la flacidez en los brazos no es una manifestación de falta de ejercicio si no de un declive en los andrógenos, hormonas sexuales en el ser humano. En la medicina funcional se sabe que la acumulación de grasa en diferentes partes del cuerpo tiene mucho que ver con algunas hormonas, por ejemplo en la parte umbilical tiene mucho que ver con el cortisol. En la parte superior de la espalda tiene mucho que ver con la tolerancia genética a procesar los carbohidratos, y la única manera de perder peso es absteniéndose de ellos.

Si una persona con buen cuerpo tiene lo que popularmente llamamos «chichos» o rollos, significa que tiene un consumo de azucares superior al recomendado, lo que no es una condición genética, sino un tema de correcta alimentación.

Si la flacidez del brazo es muscular, si se puede resolver con ejercicio, de lo contrario requiere de un enfoque mucho más complejo.