La gestión de la procuradora general, Dra. Miriam Germán Brito, la directora general de Persecución, Yeni Berenice Reinoso, el encargado de La Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción (PEPCA), Wilson Camacho, sometiendo casos de corrupción, tanto de la gestión pasada como algunos funcionarios de la presente, ha motivado que la promesa del presidente Luis Abinader de “constitucionalizar” la independencia del Ministerio Público haya ganado la simpatía en muchos sectores.

Sin embargo, dicha independencia absoluta será sumamente difícil.

Aun cuando el Artículo 170 de la Constitución consagra que el Ministerio Publico “goza de autonomía funcional, administrativa y presupuestaria”, lo cierto es que ningún Presidente ha otorgado a ese órgano del sistema de Justicia el 1.44% del presupuesto según lo establece la Ley 194-04. Entonces no es independiente un Ministerio Público cuyo presupuesto depende del Presidente y los funcionarios del área presupuestaria.

¿Cuál organismo elegirá al procurador general?

Se apunta al Consejo Nacional de la Magistratura para elegir el procurador (por cierto dos funcionarios claves como el director de la PEPCA es designado por el Consejo Superior del Ministerio Público y la directora de Persecución por el procurador), sin embargo el peso específico del Presidente de la República en ese organismo puede inclinar la balanza hacia determinado candidato.

Algunas voces han sugerido que solo deben ser elegibles los fiscales de carrera y eso sería muy limitativo, pues una exjueza como la Dra. Germán Brito no podría ser procuradora y tampoco abogados brillantes que hayan sido jueces o ejercido privadamente.

Desde la Constitución de 2010 hay un cierto grado de independencia del Ministerio Público ya que el Presidente de la República solo puede designar el 50% de los procuradores adjuntos, mientras el Consejo Superior del Ministerio Público es el órgano de gobierno interno del Ministerio Público y está integrado por el procurador general, un procurador adjunto, un procurador general de Corte de Apelación, un procurador fiscal y un fiscalizador, y todos esos miembros son electos por sus pares.

A pesar de esa estructura, creada por la Constitución del 2010, lo cierto es que cuando era jefe del Ministerio Público Jean Alain Rodríguez, demostró cuan dependiente puede ser del Poder Ejecutivo un procurador general y cómo puede convertirse en un aliado de la corrupción y la impunidad, obviamente nos estamos yendo a un caso extremo que solo fue posible gracias al nivel de descomposición institucional del Gobierno de Danilo Medina.

La mentada independencia no va a ser sencilla, quizás apelando a una modificación de la Ley Orgánica del Ministerio Publico se pueda reforzar, pero al fin y al cabo eso dependerá de la personalidad elegida y si el Presidente de turno está realmente comprometido en la lucha contra la corrupción.

Desde 2010 hay cierto grado de independencia del Ministerio Público

Que solo sean elegibles fiscales de carrera sería muy limitativo

De todos modos, la independencia absoluta será sumamente difícil