Cada día supera al anterior en el número de informaciones concernientes a la captación de drogas psicotrópicas prohibidas y creciente haitianización, visible en calles e inclusive hoteles y comercios que emplean haitianos en desmedro de dominicanos aptos para cubrirlos.
Voy más profundo y lejos, al coincidir con sotto voce, afirmando que las drogas detectadas y decomisadas son grotescos señuelos para engatusar a pendejos, pero que el grueso es el que discurre sin detectarse, y más, que las drogas que se incineran son patrañas porque lo que se incinera es almidón.
Extraña que Wilton Guerrero Dumé (PLD-Peravia), es el único legislador que denuncia y fustiga el narcotráfico, alegando algunos que su valiente, responsable y peligroso accionar coincide con un irrevelado ulterior propósito de terciarse “la ñoña”, a lo que tiene derecho.
Apoyo total que un legislador de lengua tan lampiña conduzca el destino nacional, sin requerimientos bastardos para enriquecerse, porque lo ha sido siempre, presidiendo el mayor emporio comercial de Baní, no producto del deleznable ejercicio politiquero, donde todos, con escasas excepciones, entran a ejercer la politiquería desarrapados, y evolucionan a ricos.
El 30 de enero reciente, Guerrero denunció que el narcotraficante Rafael Antonio Díaz, Buche, desempeña sin problemas su siniestro proceder agresor de la sociedad desde su prisión en la fortaleza de Baní, con la implícita tolerancia corrupta de las autoridades del penal.
Listín Diario editorializó el 29 de enero último externando su preocupación de que RD es un país minado de mafias, refuerza el suscrito, en la política, DNCD, Policía Nacional DIGEST, Ministerio de Defensa, que la sociedad vincula con el narcotráfico, crímenes que aterran a la ciudadanía, y creciente haitianización.
Falta por determinar, si en verdad, nuestro presidente ignora y es ajeno a esta tragedia.