No lo es, pero el endeudamiento no debe estar a merced de las urgencias, sino dirigido a proyectos de alta rentabilidad social y económica para el país
Aunque por los volúmenes en valores absolutos que ha alcanzado la deuda pública se haya creado en una parte de la población la percepción de que la República Dominicana es un país sobre-endeudado, lo cierto es que no lo es.
Y no lo es si comparamos su nivel de deuda medido como porcentaje del producto interno bruto (PIB) con otros países ni si lo valoramos en función de los indicadores que miden la confianza de los inversionistas en los títulos de deuda dominicana, como es el riesgo soberano (diferencial entre las tasas de interés que pagan los inversionistas por los bonos dominicanos emitidos con relación a la tasa de interés que pagan por los bonos del Tesoro de Estados Unidos) y de la calificación crediticia otorgada por las agencias calificadores de riesgo.
Últimos datos a los que se ha tenido acceso indican que el riesgo país o soberano había bajado a 220 puntos, por debajo del promedio de América Latina, que es de 312 puntos. Costa Rica, que tiene un nivel de deuda como porcentaje del país un poco más alto, tiene riesgo país ligeramente menor, de 195 puntos básicos.
De esas cifras se puede colegir que para los inversionistas la República Dominicana es un país que tiene las condiciones y posibilidades de cumplir de forma con sus obligaciones de pagos relacionados con su deuda externa. Mientras mayor sea el riesgo soberano, más alta es la probabilidad de una petición para renegociar los términos o de una suspensión o moratoria de pagos.
El otro indicador que muestra que el nivel de deuda del país no ha entrado todavía en el terreno de la preocupación es que las calificadoras de riesgo se han movido a mejorar la calificación crediticia al país. La primera que lo hizo fue Standard & Poor’s (S&P Global), que a finales de 2022 mejoró la calificación crediticia, elevándola desde “BB-” a “BB”.
La segunda fue Moody’s, que agosto de 2023 subió la calificación de riesgo a República Dominicana de Ba3 estable a Ba3 positiva, y la tercera fue Fitch Ratings, que en noviembre de 2023 elevó la calificación de riesgo de Ba3 estable a Ba3 positiva.
En cuanto al nivel de la deuda pública, en la percepción que tienen algunos de que RD está sobreendeudado probablemente ha incidido el hecho de que se mantuvo por mucho tiempo como un país subendeudado.
Esto se puede apreciar si se hace una comparación de la evolución de la deuda dominicana con la de Costa Rica, para tomar el ejemplo de un país con el que la comparación es válida. En el año 2002 la deuda de RD era del 21.9 % del PIB; la de Costa Rica era de 41,44% del PIB.
¿Cómo está la deuda de ambos países ahora: los niveles se han acercado bastante, aunque el de RD es ligeramente inferior: RD en 59,59% del PIB y Costa Rica en 63,78%. La comparación de esas cifras nos dice que la República Dominicana estuvo subendeudada. Y tan malo para un país es subendeudarse como sobreendeudarse.
Obviamente, los niveles de deuda actuales si bien no son de alta preocupación, dado el potencial de crecimiento económico del país, la estabilidad y la resiliencia de su economía, sí exigen que el endeudamiento no esté a merced de las urgencias, sino que, apoyado en la consolidación de las finanzas públicas, sea parte de la planificación y vaya dirigido a proyectos de alta rentabilidad social y económica, pero sin renunciar nunca al endeudamiento, que manejado de manera responsable, es un instrumento que permite que parte de la riqueza generada en los países ricos sea dirigido al desarrollo nacional, así como distribuir los costos y beneficios del desarrollo entre generaciones.