Es solo el síntoma, no la enfermedad

Es solo el síntoma, no la enfermedad

Es solo el síntoma, no la enfermedad.- Mientras los organismos de seguridad perseguían por aire, mar y tierra a John Percival Matos, convertido en el enemigo público número uno por sus espectaculares asaltos bancarios, la delincuencia continuaba su agitado curso, como para que no olvidemos ni por un segundo que el abatido exmilitar era tan solo una manifestación, un síntoma, de la terrible enfermedad que se ha cebado en el cuerpo social dominicano, al que amenaza –por si todavía no se han dado cuenta– con destruir. Eran cerca de las 9:00 de la mañana del pasado miércoles cuando varios individuos vestidos de policía se presentaron a la empresa Sky-Telecable, en la Gustavo Mejía Ricart, donde a punta de pistola despojaron de tres vehículos a sus empleados, a los que explicaron que se trataba de un “embargo”. ¿Eran delincuentes vestidos de policías o policías haciéndole competencia desleal a los delincuentes amparados en su uniforme y la autoridad que representa? ¿O realmente se trataba de un embargo pero a la criolla, acción legal que en este país institucionalmente venido a menos es sinónimo de asalto a mano armada, aunque también puede incluir, en su versión más intimidante y bárbara, turbas armadas de palos, piedras y otros objetos contundentes? Cada vez mas audaces y desafiantes, hace rato que los delincuentes le perdieron el miedo y el respeto a la autoridad, probablemente porque esa autoridad se ha irrespetado a sí misma con su comportamiento y su mal ejemplo. Y matarlos, como se ha comprobado hasta la saciedad, no resuelve el problema, como tampoco lo resolverán los 37 balazos que acabaron con la intensa, breve y tormentosa vida criminal de John Percival Matos.

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