Es tiempo de confiar

Es tiempo de confiar

Escuchamos, en este tiempo, la ocurrencia de hechos que jamás imaginamos. Estamos consternados al ver que personas aparentemente normales, que han convivido junto a otras por años, sin dar indicios, sostenidos en el tiempo, de tener el potencial para quitarle la vida a otro ser humano, lo hacen.
Otros, deciden disponer del número de sus días en la tierra, cometiendo suicidio, sin valorar las consecuencias para los sobrevivientes.
Estamos frente a un escenario peligroso, desconcertante y cada vez más común.
No podemos evitar preguntarnos: ¿Dónde tenemos puesta nuestra confianza?
Confiar como fuerza y motivación de vida en otro ser humano, en una suma determinada de dinero, en la fama, en el estatus social, o en la permanencia del bienestar alcanzado, es tan frágil como pretender perpetuar una burbuja.
Ha llegado la hora de someter el intelecto y permitir que lo espiritual se posicione en el lugar correcto, derrumbando argumentos humanistas y reconociendo que es bendito el hombre que confía en el Todopoderoso. Es como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor , sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia y nunca deja de dar fruto.
Entender esta verdad calma la ansiedad del alma y evita grandes desgracias.