Desde hace casi 20 años el béisbol profesional dominicano viene clamando por la construcción de un modesto, pero moderno estadio de pelota.

Una obra a nivel del crecimiento de ese deporte y del país, que este mismo año alcanzó la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Una instalación que reúna las condiciones para que allí se juegue, sin mayores contratiempos, partidos de la MLB.
Y no estoy hablando de una instalación gigantesca para 40 o 50 mil personas. Ni loco que esté.

Recuerden que les dije que una instalación moderna, pero modesta con capacidad para unos 20 mil fanáticos que es la realidad del dominicano.

¿El lugar?
¡Fácil!
El mismo estadio Quisqueya fundado en 1955, que por más que se repare y le cambien el nombre, sigue siendo el vetusto estadio del Ensanche La Fe.

Para mí, el lugar preferido para levantar esa obra es el estadio de atletismo Félix Sánchez que se hunde en el deterioro por la falta de uso.

Ese lugar ofrece facilidades de transporte, parqueo, está dentro de la ciudad y no hay que comprar terrenos
Se habla de una obra moderna cuyo costo andaría por los 20 y los 30 millones de dólares, tal y como lo está haciendo México.

Recordemos que el béisbol es el deporte rey de los dominicanos, pero es huérfano, no tiene casa.
Si el Gobierno del presidente Luis Abinader hace esta instalación pública-privada se anotaría un tablazo por los 411 para terminar el partido. Piénselo señor Presidente!!!
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