Es un privilegio el agua en
algunas calles de  Kananga

Es un privilegio el agua en<BR>algunas calles de  Kananga

POR LLENNIS JIMÉNEZ G.
Quien quiera vivir en la segunda planta de una casa del sector Katanga, deberá pensarlo dos veces. Primero tiene que contar con un presupuesto fijo para comprar el  agua potable, pues los residentes “de altura” no consiguen agua sino están provistos de una bomba eléctrica, de una manguera y de energía eléctrica.

 Topetando las paredes de las viviendas con su bastón, el no vidente Benito Cruz, de 57 años, hacía esfuerzos por llevar un galón de agua a la segunda planta de la casa número seis, en la calle 45.

                El hombre, que quedó ciego hace mucho tiempo, es de los que sufren las deficiencias del sistema, por cuya causa no tiene agua nadie que ocupe una casa más allá del primer nivel.

 Cruz, quien a fuerza de coraje sale a la calle y se desplaza por las aceras rotas, dijo que lleva año y medio sin tener agua en la llave de su vivienda, pese a que  la calle 45 tiene suministro varios días a la semana.

 La situación es  terrible en la calle 41. Allí nunca ha habido agua en las tuberías.  Los que tienen la memoria más larga  recuerdan que desde que el dictador Rafael Leónida Trujillo mandó a inaugurar el cementerio de Los Mina, a donde pertenece esta barriada, el agua  escaseó en varias  calles.

 Katanga, un sector del municipio  Santo Domingo Este y que originalmente hace  referencia a la provincia más sureña de la República Democrática del Congo, presenta una diferencia cuando de agua se refiere.

Mientras en las calles 45 y 33-D el agua rueda por los contenes, las familias de las calles 41, Santa Luisa de Marillac tienen que comprarla.

En un recorrido por la populosa barriada, Rafael Pérez contó desde que emigraron a Katanga, procedentes del sector Villa Francisca, han tenido dificultad para conseguir agua.

Desalojados de  Villa Francisca para dar paso a la ampliación de la avenida Duarte, por órdenes de Trujillo, quien dispuso que a su familia le entregaran una indemnización de 30 pesos, de los que usaron 20 pesos para construir la casa de Kataga, desde entonces nunca han tenido un eficiente servicio de agua.

Sandra Marte atribuye la desviación que tiene en la columna a la escasez de agua que históricamente han padecido en la calle 41. Entrevistada en su casa número 16, dijo que hace un mes recibieron “algunas gotas de agua”,  pero que desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

“Mire,   compramos  un camión de agua y nos lo repartimos en  tanques”, contó la mujer escondida tras la puerta.

Exigen se corrija  error de nombre

Escrito de  forma incorrecta  está el nombre de Santa Luisa de Marillac en una calle del sector Katanga.

El apellido  de la  fundadora junto a San Vicente de Paúl de  la Orden  las Hijas de La  Caridad aparece terminado en  “t”, cuando la forma correcta es “c”. Residentes del sector Katanga  consideran que las  pasadas autoridades del Ayuntamiento de Santo Domingo Este cometieron una irreverencia con    el nombre de la santa parisina, que se desempeñó  entre los pobres y que da nombre a la  intercepción formada con la  Prolongación Ñ.

Publicaciones Relacionadas