¡Es urgente que actuemos!

¡Es urgente que actuemos!

FIDELIO DESPRADEL
Dijo el presidente que el proyecto de reforma fiscal ha sido “suficientemente discutido” y que lo enviaría al Congreso Nacional para su aprobación. Lo último que se sabe es que la Junta Agroempresarial Dominicana, que representa cientos de organizaciones agropecuarias, y otras tantas organizaciones más del mismo sector, se oponen a que las maquinarias e insumos agrícolas sean gravados con el ITBIS, y que lo mismo hagan con más de cien productos, muchos de ellos de consumo masivo.

Lo central es que los dueños del país quieren seguir imponiendo un sistema tributario basado en los impuestos indirectos, que los pagamos todos, esquivando, nueva vez, que el sistema tributario se apoye, principalmente, en el impuesto sobre la renta, donde “los que más ganan, más paguen”.

La nación entera está embobada e hipnotizada por la propaganda de los dueños del país y de sus grandes negociadores. Dicen que el impuesto sobre la renta es muy difícil de cobrar, y con el mismo desparpajo e irresponsabilidad, plantean que lo central debe seguir siendo el ITEBIS, queriendo ahora extenderlo a los alimentos y otros productos de uso popular y masivo, y a las maquinarias e insumos agrícolas.

Lo menos que podemos hacer es denunciar con toda la fuerza la repetición de esta gran injusticia, para así ir creando las condiciones para que no se sigan evadiendo las demandas populares sobre la base de que el país está en crisis y el gobierno no tiene recursos, y además, para acabar de convencer a las grandes mayorías, incluyendo a los productores nacionales, que este modelo es contrario al desarrollo de la industria y la agricultura, y contrario al bienestar popular.

Pero denunciar esta injusticia no es lo único. Además de seguir el curso de este problema nacional y denunciar la gran injusticia, los distintos sectores sociales aplastados por esta ignominia debemos levantar nuestras demandas ante el Congreso, que no sólo estará bajo la mirilla de la opinión pública, sino que se tendrá que abocar a discutir el proyecto de Presupuesto Nacional, donde se tiene que consignar hacia dónde se van a dirigir los recursos recaudados por el gobierno.

O sea: los productores nacionales, tanto de la ciudad como del campo; los maestros; los médicos, los profesionales que trabajan en el gobierno; las comunidades que requieren de caminos vecinales, acueductos y otras necesidades sentidas; los estamentos bajos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que necesitan, no sólo que les suba el sueldo sino que se los involucre en planes de seguridad social y de vivienda. En fin, todos los sectores populares, los productores nacionales y los profesionales debemos reunirnos y acordar las demandas que vamos a introducir en el Congreso, antes que el gobierno envíe su proyecto de presupuesto, y antes de que las cámaras discutan tanto la reforma fiscal como el presupuesto (que consigna la forma y proporción en que se distribuye en dinero recaudado).

En un país donde los que se creen sus dueños arrastran, desde la época de Trujillo, un sistema de impuestos indirectos, injusto, que carga sobre la mayoría el grueso de la tributación; en un país donde, según un reputado experto, “el 80% de las ganancias empresariales evade el pago del impuesto sobre la renta”; en un país donde a la mayoría no se le permite opinar y discutir las medidas que los afectan; en un país así, es necesario que la mayoría, a través de nuestras organizaciones y nuestra capacidad para actuar, nos movilicemos y le demos “por dónde le duele” a los que se creen dueños de la República.

Vamos a reunirnos. Vamos a presentar nuestras demandas ante el Congreso. Vamos a exigir que la salud, la educación, el apoyo a los productores nacionales y las demandas de los pobladores de provincias y municipios estén consignados en el nuevo presupuesto, en base a un aumento sustancial de los actuales presupuestos, que son de hambre y de abandono. Vamos a denunciar las complicidades. Vamos a denunciar todo lo que hagan los congresistas para legalizar la gran injusticia que el gobierno, los negociadores y las cúpulas, encabezadas por la dama de hierro, el gran componedor y los poderosos grupos de intereses que actúan desde la sombra, vienen “consensuando” contra la producción nacional y contra los sectores populares y los profesionales.¡Actuemos ahora para que, mañana, el gobierno no alegue que no tiene dinero para satisfacer las demandas de maestros, médicos, productores nacionales, pobladores!

Si actuamos, podemos cambiar esta calamitosa e injusta situación. Si continuamos con nuestra pasividad, la casa se nos va a caer encima.

¡Que cada quien pague el precio de darle las espaldas al interés nacional y a las grande mayorías! ¡Vamos a denunciar, con nombres y apellidos, a quienes se confabulan para asestarle una nueva estocada al corazón de la República!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas