BBC Mundo. Cada 15 segundos muere de hambre un niño. Esta es la campaña de un grupo de ONG que está pidiendo a los líderes del G8 más ayuda para las familias más pobres del mundo, ¿o es cada 10 segundos, de acuerdo con la última versión del lema?
Existe suficiente comida para todo el mundo, pero no todos tienen suficiente alimento, dice el slogan de la campaña «Enough Food for Everyone If » (Suficiente comida para todos si).
Estos datos son una variación de otros utilizados hace siete años con la campaña «Hagamos que la pobreza sea historia», donde celebridades del mundo de la música, el cine y la moda aparecieron en un video sonando sus dedos en intervalos regulares. Entonces el mensaje era que cada tres segundos un niño muere innecesariamente como resultado de la pobreza extrema.
Las estadísticas de muertes cada tantos segundos han estado rondando durante años. En esta oportunidad, los datos de que un niño muere de desnutrición cada diez segundos viene de una fuente muy respetada: un estudio publicado en la renombrada The Lancet, donde los investigadores determinan que en 2011 murieron más de tres millones de niños.
Para llamar la atención de estos datos, lo que hizo la gente de la campaña If fue dividir el número de segundos en un año entre el número de muertes. El resultado resuena más entre la gente que si se ofrece la cifra de tres millones, según el portavoz de la campaña, Jack Lundie.
«Las cifras grandes son notoriamente difíciles para visualizar e imaginar, especialmente cuando hablas de millones», explica.
«Además, queríamos concentrarnos en lo individual, y estas expresiones ayudan a humanizar el problema. Así que necesitamos una frase corta y accesible que exprese rápidamente tanto el impacto emocional del problema que queremos mostrar, como el sentido de la escala de urgencia que originaría algún tipo de acción».
Pero otra gran organización que combate los problemas de alimentación en todo el mundo, el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés), desaprueba ahora este tipo de estrategias.
«Hay una verdadera tentación de usar este tipo de estadística porque realmente llaman la atención, no lo puedes ignorar porque es una imagen horrible», comenta Jane Howard, de WFP.
Pero, Howard considera que es «un poco engañosa».
El WFP lo utilizó una vez diciendo que un niño muere de hambre cada seis segundos, pero dejó de usar este lema en 2008.
La razón según la portavoz es que los números pueden cambiar de un año para el otro, dependiendo de la última investigación. «Y llega a ser muy confuso porque las cifras viejas se quedan en internet».
Y más importante, señala, «la ciencia esta diciendo algo completamente distinto».
El trasfondo ¿Qué dice la ciencia entonces? Bueno, si para ti, la declaración de que un niño muere cada diez segundos por hambre evoca imágenes de niños famélicos, puede que te sorprendas.
En la mayoría de los casos eso no es lo que pasa.
«Ciertamente hay circunstancias extremas donde los niños mueren de hambre, y estoy pensando en la reciente hambruna registrada en varias partes de Somalia», señala Howard. «Pero la verdad es que la gran mayoría de esas cifras de las que estamos hablando se trata de niños que, debido a que no han tenido la nutrición necesaria en la etapa más temprana de sus vidas, los hace muy susceptibles a enfermedades infecciosas, como el sarampión».
«Un niño bien nutrido sencillamente la pasaría, pero para uno que es realmente frágil y su sistema inmune está comprometido, se convierte en un asunto de vida o muerte».
La campaña If para todos resalta un asunto importante, pero ¿qué tan errado es utilizar la palabra «hambre» si con ella se sugiere de forma imprecisa que los niños mueren literalmente por no comer?
«Podría entender si la gente del publico hace esa deducción, y eso sería un error», dice Lundie. «En este caso particular no estamos diciendo que los niños están muriendo porque no tienen con qué comer, y explicamos exactamente cómo funciona. Pero creo que el término ‘hambre’ es algo con que la gente se relaciona».
El hecho es que la falta de nutrición está identificada como la causa subyacente de la muerte significa que también hay un doble cálculo. Cuando escuchas que un niño muere cada tantos segundos de enfermedades relacionadas con el agua, por ejemplo -o por pobreza- algunos de estos niños pueden ser los mismos que se dicen mueren cada tantos segundos de hambre.
Otra sorpresa es descubrir quienes son estos niños y que con frecuencia ni siquiera, como se pone en el anuncio, «se van a la cama con hambre».
La mayoría de las muertes relacionadas a la nutrición son en países donde no están sufriendo de hambruna o tienen algún conflicto, según el profesor Robert Black, de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, en Estados Unidos, quien es la persona que llegó a la cifra de los tres millones, de la que se basa la campaña de los diez segundos.
«Ciertamente, los pobres son quienes tienen los problemas más grandes de desnutrición, pero incluso así debe haber suficiente comida para alimentar a los niños. La dificultad es lograr una dieta lo suficientemente buena, una dieta dominada por cereales o fécula no es una dieta de una calidad suficiente para alcanzar la nutrición necesaria los primeros dos años de vida».
Cuestión cultural. Black agrega que en la mayoría de los casos el problema puede solucionarse con educación.
Expertos aclaran que muchos niños mueren como resultado de una malnutrición, no por hambre.
En algunas culturas, las mujeres no tienen derecho a comer los mejores alimentos del hogar, lo que puede significar que los niños nazcan bajos de peso. La leche y la carne también se suele evitar por razones culturales -por ejemplo- en algunas partes de India. Y algunas veces no se le da la importancia necesaria a las frutas y vegetales.
Un cuarto de las muertes se pueden atribuir a dar pecho de forma inadecuada, estima Black, pues muchas familias no se dan cuenta de la importancia de dar sólo leche materna durante los primeros seis meses de vida, debido a los nutrientes que tiene y a la protección que ofrece a la exposición de alimentos contaminados.
Así que hay un panorama mucho más complicado de lo que sugieren las estadísticas del titular: que cada 10 segundos muere de hambre un niño en el mundo.
Pero, según Lundie, tienes que simplificar el mensaje si quieres captar la atención de la gente.
«Sí, es posible que en lo que llamamos nuestra primera línea del mensaje no tengas toda la información del problema. Pero no creo sería realista esperar que eso ocurra en una pequeña nota de comunicación».
«En términos de crear una discusión donde la gente pueda estar informada, primero debes captar su atención, su atención emocional. Las personas están muy ocupadas, así que lo que necesitas inmediatamente es un entendimiento accesible para poder abrir el debate».
La falta de nutrición es un problema serio, los tres millones de niños que se estima murieron por ello en 2011 representan casi la mitad de la mortalidad infantil. Pero hay señales de progreso.
«Ha habido una disminución en el número de muertes, no muy grande, pero aún alguna mejora desde el último estudio (en 2008), y la atención a estos asuntos de nutrición entre familias de recursos bajos y medios ha aumentado notablemente en los últimos seis años», aclara Black.
«Soy muy optimista en que el mundo está prestando atención a los problemas y encontrará soluciones».