La Ley de Regulación Salarial del Sector Público llega en momento oportuno. Es una de las herramientas que necesitará el Gobierno que a partir de mañana encabezará el licenciado Danilo Medina Sánchez para ajustar el gasto público a niveles razonables, sostenibles. En el país ha habido irracionalidad y desorden en materia de sueldos y otras asignaciones para los altos funcionarios del Estado. Es hora de cerrar ese capítulo.
Decimos que la ley llega en momento oportuno porque se nos hace difícil concebir un escenario en que el doctor Leonel Fernández aplicara semejante ley a mitad de uno de sus períodos, y menos en momentos en que aspiraba reelegirse para la gestión que concluye mañana. Siempre fue vehemente su defensa de los niveles de gastos del Gobierno. En cambio, Medina ha predicado contra el dispendio y se inclina por ajustar los gastos a niveles sostenibles.
Aparte de que lo impulsarían sus convicciones sobre el uso racional de los recursos, Medina Sánchez se vería compelido a la austeridad por los acontecimientos de un entorno internacional sombrío, que de alguna forma afectarán la economía del país. Para imponer austeridad tendrá a su disposición la herramienta que es la ley de salario público y las circunstancias externas. Un tercer elemento, siempre dominante y que dejaremos en suspenso, es la voluntad política para actuar en consecuencia.
Grandes retos en el campo
La seguridad alimentaria tiene cada vez más factores en contra. Las alzas en los costos locales debido a aumentos de precio de los insumos importados, entre otras cosas por causa de la sequía en EEUU, es uno de ellos. El desmonte arancelario para productos agropecuarios amparados en el DR-CAFTA es otro. Los dos citados se suman a viejos problemas estructurales y jurídicos relacionados con la tenencia de la tierra y la calidad de los terrenos.
La carestía de los insumos y el desmonte arancelario para renglones agropecuarios presionarán fuertemente durante la gestión que iniciará mañana el licenciado Danilo Medina. Las alzas en los costos y precios locales serán consecuencia de lo anterior. También tendrá que trabajar por mejorar las condiciones de financiamiento para la producción agropecuaria y mejorar la oferta exportable del país. Hay por delante una suma de retos viejos y nuevos.