Esas cosas que sólo pasan en RD (una y otra vez)

Esas cosas que sólo pasan en RD (una y otra vez)

Desde el lunes pasado tenemos el ingrato honor de ser la comidilla del mundo. Todos hablan de la República Dominicana y lo insólito que es, para ellos, que dos personas condenadas a 20 años de prisión por narcotráfico estén en libertad condicional y se fuguen a su país.

La huida de los pilotos franceses Pascal Jean Fauret y Bruno Odos no sorprende, sin embargo, a los dominicanos: aquí hasta los criollos han logrado burlar a las autoridades en más de una ocasión. Entre los casos más destacados, si hablamos del pasado, están los del haitiano Frederic Mazourka, José Michelén, Fulgencio Espinal, Luis Palma de la Calzada y su hijo Martín Palma Meccía; y más recientemente tenemos a David Figueroa Agosto y Sobeida Félix, así como a la británica Nicole Jayne Melhuish, quien fue liberada el año pasado a pesar de haber sido condenada a doce años por matar a su marido, el dominicano Antonio Francisco Reyes, al arrollarlo con su carro.

El caso de los franceses llama la atención porque es el último. También porque es inconcebible que, aunque fueran liberados por una jueza mientras se conocía la apelación (algo recurrente), nadie los estuviera vigilando. Si esto habla mal de las autoridades judiciales, también de los organismos del Estado que, para variar, no se dieron por enterados. ¿La Marina de Guerra? Bien, gracias, así como goza de gran salud el Gobierno, que no se da por aludido aunque si esto sucediera en un país real destituirían a medio mundo. Danilo Medina, como está en reelección, ni cuenta se da. ¿Qué importa que dos franceses se obren sobre la seguridad nacional? Eso no e’ ná.

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