Esas historias

Esas historias

FRANCIS MESA
El empeño y la perseverancia de las personas hay que reconocerlos. Ahora, eso no significa que porque usted se faje y las cosas que hace le salgan mal, haya que darle un voto de gracia, no, el mérito está cuando usted es un luchador, un trabajador incansable y la evolución de ese esfuerzo se ve de manera positiva.

“Relatos”, de Micky Bretón, es un ejemplo de ello. No sé exactamente cuantos años tiene este señor con su proyecto, pero de que va mejorando con el tiempo no hay duda, también a pesar de que las interpretaciones no las hacen actores “con tablas”, pero la dirección les hace muy buen favor. También es evidente que a todas luces tiene la intención de hacer algo diferente en la televisión y, aunque a veces exagera en las palabrotas (vamos por partes, como Jack, el Destripador, si se quiere un producto lo más cercano a la realidad posible, tampoco hay que reincidir tanto en esos “sanantonios”, que en lo que a mí respecta, no me hacen ningún daño, pero es el hecho de insistir en dar a entender que “somos los más reales de la bolita del mundo”, a veces pueden caer en la saturación del recurso, por no decir en el mal gusto.

Es buena la intención y bueno el resultado. La pena es que éste tampoco sea un programa bien patrocinado. En realidad, yo que no soy mercadólogo, me pregunto cuáles son los requerimientos de las compañías publicitarias para colocar sus anuncios en determinados espacios.

TENDENCIA 80’S

De este comentario lo único que me duele es tener que coincidir con “Los dueños del circo”. Qué pena da ver artistas, presentadores y programas del medio del espectáculo –aunque no sólo aquí se da el fenómeno- que quedaron atrapados en los ochentas. Por suerte yo era muy niño cuando el apogeo de los pantalones tubitos, los peinados estrambóticos, la vestimenta estrafalaria y los desenfrenos por doquier. Digo que suerte porque es la época que me parece más “kisch”, de mal gusto y sobre cargada, en todo.

Recuerdo hace dos o tres años que reapareció Dahianna, aquella que reventó, pues ella volvió con los mismos pantaloncitos “chicles” y llenos de hoyos. Caramba, un poco de amor propio no le viene mal a nadie. Un consejo: tirar a la basura aquellos trapos viejos, si creen que pueden caer en la pecaminosa tentación de recogerlos, entonces háganse una fogata, lejos de los vecinos, para que no piensen que la depresión los está matando. Cambiar productores y escenógrafos, para que les orienten en las nuevas tendencias de diseño y espacio y verse un poco de televisión extranjera, claro, sin llegar a copiar y por último, que definitivamente evolucionen con ustedes mismos.

francismesa@hotmail.com

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