Esas soluciones que afectan a los pendejos. Con la inflación aumentando, el Gobierno se encuentra ante una encrucijada porque debe explorar alternativas y medidas para enfrentarla, tal como bien lo dijo ayer el ministro de Economía, Miguel Ceara Hatton.

Eso, sabiendo que hay factores externos, se entiende muy bien. El problema viene cuando las soluciones siempre afectan a los más pendejos, es decir, a nosotros del medio que ya no sabemos por dónde es que vamos a recortar.

Ahora la nueva gracia es que van a gravar a los servicios digitales captados en la República Dominicana y que son prestados por proveedores del exterior. Esto quiere decir, para ponerlo en dominicano, que le cobrarán a impuestos a Amazon, Expedia, Google, Netflix, Spotify, DiDi, Uber, Expedia, Airbnb e Indriver, entre otros.

Al hacer una aclaración al respecto, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) explicó que esos nuevos impuestos no serán pagados por los usuarios de los servicios, sino por los proveedores internacionales. Pero, ¿es verdad que son tan ingenuos para pensar que ese costo no le será transmitido al usuario? ¿Qué pasará con los dueños de apartamentos que alquilan o con los taxistas de Uber que apenas sobreviven con lo que ganan? Es de no creer, de llorar.