Escándalo amenaza premier de Canadá

Escándalo amenaza premier de Canadá

MONTREAL (AFP).- Acosado por un escándalo de corrupción en su partido liberal, el primer ministro canadiense Paul Martin intenta mantenerse en el poder la oposición parece dudar en derribar su gobierno minoritario menos de un año después de las elecciones generales.

«Tengo la autoridad moral para gobernar el país», aseguró Martin el lunes, mientras Canadá seguía sacudido por testimonios ante una comisión de investigación que busca esclarecer desvíos de fondos públicos realizados por el partido liberal, entre 1995 y 2002.

Martin, quien en ese entonces se desempeñaba como ministro de finanzas, se declaró «indignado por los testimonios escuchados», pero la oposición lo está poniendo en apuros en la Cámara de los Comunes.

Esta tempestad política es el más reciente avatar del «escándalo de comanditas», un asunto que amarga la vida política desde hace tres años y que se remonta a luego del referéndum de 1995 sobre la independencia de Québec, en el que poco faltó para que los residentes de esta provincia francófona decidieran separarse de Canadá.

El poder liberal del momento buscó mejorar la imagen del gobierno nacional de Ottawa en esa provincia, inundándola de símbolos canadienses, banderas y afiches con la hoja de arce.

Pero estas campañas publicitarias sirvieron sobre todo para pagar a los amigos del Partido Liberal que habían destinado cerca de 100 millones de dólares canadienses (82 millones USD), de 250 millones en total.

En septiembre se dispuso una comisión de investigación presidida por el juez John Gomery.

El escándalo ya dio un duro golpe a los liberales en las elecciones de junio pasado, cuando quedaron condenados a gobernar sin mayoría absoluta después de 10 años de estar en el poder.

Conforme las más recientes revelaciones de testigos, el primer ministro podría perder el poder.

Una nueva encuesta publicada el martes señala una intención de voto del 30% para los conservadores contra sólo el 27% para los liberales.

Así, la suerte del gobierno depende de la oposición, pues los dos principales movimientos -los conservadores y los independentistas quebequenses- podrían unir sus voces en la Cámara de los Comunes para hacer que el gobierno caiga a través de una moción de censura.

Sin embargo, la apuesta está en riesgo porque los sondeos muestran que la gran mayoría de canadienses es renuente a convocar a una elección antes de que la comisión de investigación dé sus conclusiones, previstas para noviembre.

Según Radio Canadá, el bloque quebequense, grupo de parlamentarios independentistas, deberá, asímismo, contentarse con presentar una moción al partido liberal para que deposite las sumas que habría encubierto en una cuenta bloqueada, hasta el fin de la investigación.

Por el momento, la popularidad de los independentistas -de hecho alta en la provincia francófona-, tiene todas las de ganar con la difusión cotidiana por televisión de las audiencias de la comisión que preside el juez Gomery, en las cuales se detallan las intrigas al interior del partido liberal por luchar contra la sucesión quebequense.

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