ROMA (AFP) – El escándalo por los vuelos secretos de la CIA salpicó al gobierno italiano al ser acusado por el Washington Post de «haber autorizado la operación» para el secuestro en territorio italiano del extremista religioso Abu Omar, versión que fue categóricamente desmentida por el propio Silvio Berlusconi.

   «Lo digo y lo repito: el gobierno italiano no está involucrado en ese asunto. Ni yo, ni mis ministros, ni los secretarios de Estados o miembros de las instituciones italianas fuimos advertidos ni informados. Jamás lo fuimos», aseguró el jefe del Gobierno italiano.

   «Desmiento de la manera más firme todas» las versiones «sobre el caso y rechazo con desdén todo intento de divulgar falsas verdades», afirmó.

   «¡Qué más puedo hacer para que se entienda que no estamos involucrados en el secuestro de Abu Omar!», clamó irritado Berlusconi tras las denuncias publicadas por la prensa sobre el secuestro en Italia en el 2003 y posterior traslado secreto a Egipto del imán extremista egipcio.

   El norteamericano Washington Post, que se base en fuentes anónimas de la CIA, precisa de todos modos que no existen pruebas de la autorización dada por Berlusconi.

   Berlusconi, aliado incondicional de Estados Unidos, excluyó la semana pasada en Roma durante una conferencia de prensa conjunta con el jefe del gobierno español, José Luis Zapatero, que se hayan realizados vuelos ilegales de la CIA en su país.

   El transporte de detenidos sospechosos de terrorismo a través de vuelos fletados por la CIA que sobrevolaron el espacio aéreo europeo fue denunciado por medios de prensa y varias organizaciones humanitarias, entre ellas Amnistía Internacional, lo que generó malestar en muchos países del viejo continente.

   Según AI, cerca de 800 vuelos fueron fletados por la CIA para transportar a prisioneros sospechosos entre 2001 y 2005. Entre esos vuelos fue contabilizado el traslado de Abu Omar desde Italia pasando por Alemania a Egipto tras su secuestro en plena calle de Milán el 17 de febrero del 2003.

   Tanto Berlusconi como Zapatero declararon en Roma que apoyan la posición de la Unión Europea de pedir explicaciones sobre el tema a la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, quien realiza desde el pasado martes una gira por varios países de Europa.

   Para Rice, las operaciones de los servicios secretos norteamericanos sirvieron para defender de ataques terroristas a Europa y negó que EEUU haya practicado la tortura a los prisioneros clandestinos.

   La justicia italiana investiga el caso del secuestro de Abu Omar, cuyo nombre real es Nasr Osama Mostafa Hassam, de 42 años, acusado de terrorismo internacional y de pertenecer a una célula extremista islámica.

   Por su secuestro ilegal, el tribunal de Milán abrió una investigación judicial y pidió a inicios de noviembre de este año la extradicción de los 22 agentes de la CIA que participaron en el secuestro.

   Según la prensa, el imán fue conducido por los agentes secretos a la base estadounidense de Aviano, en el norte de Italia, donde fue interrogado durante varias horas, golpeado y luego enviado a El Cairo, la capital egipcia.

   Según las grabaciones de las llamadas telefónicas recibidas por otro imán residente en Italia y hechas desde Egipto por Abu Omar, el religioso fue torturado, encerrado desnudo por horas en un cuarto frío y luego trasladado a un cuarto ardiente.

   El pedido de Italia de extradición de los agentes de la CIA reposa en la oficina del Ministro de Justicia italiano, Roberto Castelli, quien no ha decidido dar su aprobación debido a las implicaciones políticas e internacionales del caso.