Escándalo de hijo ha salpicado al secre de la ONU

Escándalo de hijo ha salpicado al secre de la ONU

NUEVA YORK (AFP).- Naciones Unidas comenzó a definir la semana pasada una serie de reformas internas, pero la atención mediática estuvo más bien centrada en el futuro del secretario general de la organización, Kofi Annan, y los pedidos de que renuncie.

   Annan está bajo una creciente presión respecto a la supervisión que el organismo internacional realizó sobre las ventas de petróleo iraquí durante el régimen de Saddam Hussein, en particular respecto a la denuncia de pagos a su hijo Kojo.

   Varios gobiernos del mundo salieron en defensa de Annan, con la destacable ausencia de Estados Unidos, país que solventa el 22% del presupuesto del organismo internacional y un porcentaje mayor de los costos de las misiones de paz en el mundo.

   El presidente estadounidense, George W. Bush, no le dio un voto de confianza a Annan y, en su lugar, reclamó una investigación «exhaustiva, justa y transparente» sobre el controvertido programa »Petróleo por alimentos», que instauró la ONU para ayudar a la población iraquí en medio del embargo internacional, pero que presuntamente desvió los recursos para otros fines.

   «Para que el contribuyente estadounidense se sienta a gusto apoyando a Naciones Unidas, tiene que haber una rendición de cuentas abierta», indicó Bush.

   El senador estadounidense Norm Coleman, quien encabeza una comisión investigadora parlamentaria al respecto, pidió la renuncia de Annan y dijo tener pruebas de que Benon Sevan, el funcionario de la ONU que encabezaba el programa de la ONU para Irak, había recibido pagos del gobierno de Saddam Hussein.

   También el senador republicano John McCain cuestionó a Annan y el programa de Petróleo por Alimentos que, dijo, «apesta».

   «Kofi Annan tiene mucho que responder al respecto, incluyendo su personal y obviamente esto último sobre su hijo», dijo McCain.

   No existe indicio alguno de que Annan haya sacado tajada del programa, pero el jefe de la ONU admitió que existía un «problema de percepción», luego de que trascendiera que su hijo Kojo siguió recibiendo pagos hasta febrero de una compañía suiza que trabajaba en el programa.

   El portavoz de Annan, Fred Eckhard, desestimó los pedidos de renuncia del secretario general, indicando que ninguno de los 191 países miembro del organismo habían solicitado formalmente su dimisión.

   Eckhard defendió a su jefe atacando a algunos «segmentos» de los medios de comunicación internacionales, sobre todo estadounidenses, que aumentan las críticas a Annan.

   El diario New York Daily News no cuestionó solamente a Annan, sino incluso al plan de reforma de la ONU que busca revitalizar al organismo y adaptarlo al nuevo escenario internacional.

   El Daily News indicó que un documento a estudio de Annan que resume los planes de reforma «no es ni siquiera disfuncional, sino que en conjunto no funciona. O, para decirlo de otra manera, es inútil».

   Annan reclamó la asesoría de un panel internacional para reformar la ONU, luego de las profundas divisiones que precedieron la invasión estadounidenses a Irak, que él mismo calificó de ilegal.

   El plan de transformación incluye más de 100 recomendaciones para reorganizar Naciones Unidas, incluyendo una ampliación del Consejo de Seguridad.

   El portavoz de la ONU indicó que Annan centrará su energía en intentar lograr que las naciones acuerden al menos algunas de esas reformas en el correr del año próximo, cuando Naciones Unidas celebre su 60 aniversario.

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