Un agente de correccionales de Nueva York admitió el miércoles ante el tribunal que limpió la sangre de la golpiza fatal recibida por un recluso, captada en videos de cámaras corporales, en un intento de ocultar evidencia.
Nicholas Gentile se declaró culpable de un cargo menor de intento de manipulación de evidencia física en la golpiza propinada el 9 de diciembre a Robert Brooks en la Instalación Correccional de Marcy. El video de la agresión, que muestra a los agentes apaleando a Brooks, quien tenía las manos esposadas en la espalda, fue hecho público y provocó condenas y llamados a reformas.
Al ser interrogado por el juez y un fiscal, Gentile reconoció que sabía del ataque cometido por sus compañeros guardias, y que limpió la sangre de Brooks y no lo documentó.
Bajo un acuerdo de culpabilidad, Gentile fue sentenciado a un año de libertad condicional, lo que significa que puede evitar el tiempo en prisión si renuncia a su trabajo y obedece la ley. También renunció a su derecho a apelar.