BOGOTA (AP) — El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, confirmó ayer que un distinguido oficial de la Armada fue relevado de su cargo y es investigado por lazos con narcotraficantes, lo que supone un nuevo escándalo para las fuerzas militares, afectadas por las revelaciones sobre los vínculos entre altos oficiales y los capos de la droga. 

Se trata del contraalmirante Gabriel Arango, que se desempeñó como director de la organización de los Juegos Centroamericanos que se celebraron en Cartagena en el 2006.  El contraalmirante, en declaraciones a varios medios, replicó a las acusaciones de Santos asegurando que nadie le ha informado sobre los cargos que se le imputan y que cuando fue relevado, las autoridades no le dieron las razones.

Arango señaló que ha pedido al menos cinco entrevistas con Santos para abordar su situación, pero que no ha recibido respuesta alguna.  Cuando asumió ese cargo, la organización de los Juegos estaba retrasada y se barajaba la posibilidad de que Cartagena perdiera la sede.

El presidente Alvaro Uribe luego elogió el trabajo del contraalmirante y muchos en Colombia consideran que Arango fue esencial para que los Juegos fueran calificados como los mejores en su historia. 

Santos en una entrevista en la radio RCN dijo que “hay una investigación muy adelantada sobre un ilícito, no puedo negar que está relacionada con el narcotráfico y hay otros miembros de la Armada implicados en los hechos”. 

Según Santos, Arango era un oficial con una brillante carrera y una de las “grandes promesas” de la Armada colombiana. Se desempeñó como director de la escuela naval en Cartagena y como director de la Corporación de Ciencia y Tecnología de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar), una empresa con capital privado y estatal.  También estuvo destacado en el centro de operaciones de San Andrés.