Escapada a Budapest

Escapada a Budapest

Bella y brillante. Añeja y contemporánea. Espléndida. Palpitante. Única. Tras haber contemplado durante centurias el devenir de la historia, las guerras y su renacimiento, las piedras de Budapest, la capital de Hungría,  continúan vivas y frescas como las aguas de su Danubio.

Este país centroeuropeo  atesora en el interior la perla más codiciada del este de Europa con las tres partes que conformaron la ciudad: Buda, Óbuda y Pest.

Al llegar a la ciudad, por 6500 florines (algo más de 35 dólares) se puede hacer con la Budapest Kártya, un abono de transportes ilimitado para disfrutar de la ciudad y de muchas de sus atracciones turísticas gratis durante 48 horas.

Durante los 15 kilómetros de viaje en minibús que le separan del centro de la ciudad, se puede contemplar el paisaje. Un verde profundo, salpicado de casitas de campo, que convierte el entorno de la ciudad en un paraje delicioso.

LA ATRACCIÓN DEL RÍO DANUBIO

Puede llamar a un taxi (el 233-3333 es uno de los servicios eficientes, pero hay más). Como referencia, algunos hoteles afamados y no muy caros del centro de Budapest son el Best Youth Hostel, situado cerca de la estación de metro Nyugati; el Kulturinnov, cerca del centro, o el Astra Vendégház.  No obstante, la ciudad ofrece experiencias hoteleras para todo tipo de gustos y bolsillos.

Las aguas del río Danubio ofrecen al visitante una atracción  magnética. Si la siente, acérquese hasta el Corso, en la orilla del río que pertenece a la antigua ciudad de Pest. A lo largo de este paseo, donde los enamorados se prometen fidelidad eterna, bellos edificios barrocos se entremezclan con monumentos góticos, romanos y hasta vestigios árabes.

Desde el edificio del Parlamento hasta el Puente de las Cadenas, dos joyas de la arquitectura húngara, la belleza se hace presente en cada metro. Aproveche para tomar algunas fotos de la orilla opuesta, dominada por el imponente Bastión de los Pescadores, edificio  que no se puede perder.

No es difícil encontrar un lugar donde comer por esta zona.

En Mérleg Utca, aún en Pest, está el Mérleg Etteren. De cocina sabrosa y barata, este lugar fue durante los años 80 un punto de encuentro de los políticos opositores al régimen comunista.

Tras comer, puede dedicar  las primeras horas de la tarde a visitar el barrio judío. La sinagoga de la calle Dohany tiene una fachada impresionante. Es la segunda más grande del mundo. Su delicioso estilo bizantino y la magnitud de la historia que aquí se respira nos hacen darnos cuenta de la importancia del judaísmo en la historia.

Arquitectura

Desde el edificio del Parlamento hasta el Puente de las Cadenas, dos joyas de la arquitectura húngara, la belleza se hace presente en cada metro de paseo por el Corso.

Los baños de Szchendyi son unos de los más visitados de la ciudad, famosa por sus termas.

El color aguamarina que corona los tejados del Bastión de los Pescadores le confieren un aspecto casi onírico, de cuento de hadas. Efe/ reportajes

Publicaciones Relacionadas

Más leídas