Salir de la ciudad no es bueno sólo por el esparcimiento, porque además de distraer, los ambientes naturales hacen mucho bien a su cuerpo. Sobre todo, la posibilidad de respirar aire fresco en vez del aire poluto de la ciudad, ayuda a desintoxicar desde sus pulmones hasta las células de la piel.

Respirar aire fresco se considera, incluso, un excelente remedio natural. Tiene sentido, si pensamos en  que si bien puede vivir algunos días sin agua o alimento, no sobreviviría  más de unos segundos sin aire.  

Una caminata por una zona verde y sin contaminación lleva más oxigeno a sus pulmones, lo que luego purifica la sangre que viaja por todo su cuerpo, produciendo beneficios a gran escala. Relaja sus músculos y  mente y le inyecta energías.

 Ese sería uno de los motivos principales para hacer aventurarse a una de estas escapadas para purificar el interior, quizás no tan lejos de la capital.

Es más que placentero  disfrutar la belleza de los bosques de Monte Plata, al tiempo que invade la frescura de su clima húmedo subtropical. Sin dudas uno de los mejores lugares para respirar aire fresco.

 Lo mismo   las lomas de Cambita Garabito que, aunque no llegan a compararse en altitud, tienen una ambiente muy similar al de otras zonas en el Cibao, como Jarabacoa, y muy agradables temperaturas.

Caminar en zonas de mayor altitud (de 1,500 a 2,500 metros) es muy beneficioso para las personas con asma, pues “allí el período de polinización es muy corto y no hay ácaros, contaminantes ni hongos”, según publica la revista Prevenir.

Caminar en la playa también tiene sus beneficios. “Al andar por la arena mojada, la planta del pie entra en contacto completamente con la superficie del suelo, con lo que la sangre es impulsada de una manera óptima hacia arriba, favoreciendo el retorno de la circulación venosa”, señala la publicación española, lo cual invita a disfrutar aún más las bellas playas de este país, como Guayacanes, Juan Dolio o las Salinas de Baní.