Escaramuzas politiqueras vs propuestas políticas

Escaramuzas politiqueras vs propuestas políticas

La gravedad de nuestros problemas requiere propuestas políticas serias en lugar de escaramuzas politiqueras que resuelvan inseguridad ciudadana, deficiencia de servicios públicos incidentes en la salud, desempleo y sus variantes de pluriempleos causantes de ineficiencias y subempleo o empleo informal, déficits en cuenta corriente de nuestra balanza de pagos por insuficiente producción frente a una afluencia de capitales con indicios de reversión, persistencia de déficits fiscales financiados con endeudamientos que comienzan a violentar la capacidad de pago del Estado mandada en nuestra Constitución, deterioro educativo condicionante de la productividad y competitividad, deterioro ambiental y demoterritorial, migración.

Nuestro estamento político debe internalizar su obligación de recuperar la confianza de gobernados que concurrirán a elecciones el año próximo para escoger nuevos gobernantes con  apatía y temor de ver nuevamente frustradas expectativas. Debe comprender que frustraciones sucesivas constituyen caldo de cultivo para el surgimiento de aventuras contrarias al menos imperfecto de los regímenes políticos: la  democracia.

No es posible seguir actuando merodeada y tangencialmente frente a éstos problemas ni con evasivas para resolverlos. No es posible sorprender pretendiendo subsanar persistentes déficits con nuevos impuestos o contribuciones externas ya  ralentizadas mientras se esperaba atacarlos mediante reducciones de gastos. No se puede seguir subestimando la conciencia ciudadana negando meses atrás la importancia del gasto educativo para ahora proponer impuestos en el nombre de ese gasto; ni ofendiéndola con regalos envenados, presentando alivios tributarios adormecedores para suavizar el golpe de nuevas cargas; ni abusando de la memoria ciudadana haciendo hoy lo ayer negado. 

Sobran excusas y evasivas de traslados de responsabilidades nacionales hacia organismos internacionales; ni para anunciar, para luego incumplirlas, intenciones fundamentales como la austeridad. 

Se siguen con riñas y refriegas de poca importancia como la descalificación de candidaturas que habrán de encarar mañana lo que hoy no se está encarando adecuadamente; y se sigue golpeando nuestras iniciativas emprendedoras con reyertas continuas que la distraen como las anuales amenazas  impositivas.

No es posible seguir con pendencias inexplicables teniendo oportunidad para una actuación pertinente y transparente. Se opta por pactos entre perdedores, a escondidas y en voz baja, en lugar de pactar, formal y públicamente, con el estamento partidario en procura de un acuerdo nacional que enfrente  imposiciones internacionales procedentes de organismos en entredicho teniendo como agenda básica los problemas mencionados.

En lugar de escaramuzas politiqueras testimoniadas por pactos subrepticios y propuestas sorpresivas inducidos por la cortesanía internacional; lo serio, responsable, elegante, oportuno y acorde con  las exigencias nacionales sería concertar entre partidos  una propuesta política expresada en agenda de Gobierno para los períodos constitucionales enlazados el tercer domingo de mayo próximo.

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