En medio de escenas de dolor y llanto fue despedido ayer el periodista José Miguel Montero Ramírez, editor del vespertino El Nacional.
Su cuerpo fue expuesto en la funeraria Blandino, del ensanche Ozama, de donde a las 10:00 de la mañana partió el cortejo fúnebre hacia el cementerio Cristo Redentor, donde llegó alrededor de una hora después.
Inconsolables estaban los familiares, esposa, madre e hijos del periodista, quien murió tras ser sometido a una cirugía en el Centro Médico Antillano, del Distrito Nacional.
A media mañana los restos de Montero fueron trasladados al cementerio Cristo Redentor, pero en la funeraria periodistas, fotógrafos, empleados administrativos y choferes del periódico lloraban al despedir a su compañero, a quien definieron como un hombre bueno, afable y serio.
En el cementerio el hijo mayor de Montero, Waldys, tuvo palabras de elogio hacia la figura de su padre, a quien consideró un ejemplo a seguir y que lo recordará con orgullo.
El comunicador murió luego de una intervención quirúrgica a la que fue sometido para corregirle una obstrucción nasal que le impedía respirar bien.
A la funeraria acudieron periodistas de diferentes medios de comunicación y funcionarios, como la ministra de la Mujer, Alejandrina Germán.
Radhamés Gómez Pepín, director de El Nacional; Bienvenido Álvarez Vega, director del diario HOY; Pilar Albiac, Carlos Gómez, subadministradores de los periódicos Hoy, El Día y El Nacional; Héctor Minaya y Bolívar Díaz Gómez, estuvieron en el acto de despedida.